El último trimestre es, históricamente, el momento más fuerte del mercado del arte. Y esto vale tanto para el ámbito internacional como para el local. Los valores logrados en septiembre han resultado un buen preámbulo para el tramo final de la presente temporada porteña.
En coincidencia, sin dudas no casual, con lo que sucede en las grandes plazas del mercado del arte, también en nuestro país el tramo final del año resulta el más activo. Mientras en las tarimas del norte ya se suceden los anuncios de firmas que garantizan millones, de Klimt a Picasso, y de Monet a los contemporáneos que hoy conmueven a las fortunas más frescas, en Buenos Aires las casas de subastas se esfuerzan en colocar en sus catálogos las obras más atractivas y convocantes. Por el lado de la demanda, coleccionistas e inversores se alistan para rivalizar a mano alzada por esas pocas piezas que, de aparecer en plaza, movilizarán sus apetencias.
Aquí es donde radica el nudo gordiano del mercado local. A las colecciones señeras, aquilatadas en largos años de adquisiciones inteligentes, no se las tienta con obras menores, esas que ocupan la mayor parte de las páginas de los catálogos y tornan tediosas las largas jornadas de martillo. Por su parte, los tenedores de esas piezas capaces de conmover al mercado son vocacionalmente reacios a desprenderse de ellas. Para que esto ocurra tiene que darse alguna de las circunstancias que los americanos, tan proclives a las simplificaciones, suelen caracterizar como "las tres D del mercado: dead, divorce or default" . Parcial o absoluta, esta afirmación es innegablemente correcta. Y en procura de ella los responsables de las casas de subastan fatigan los circuitos sociales y económicos donde el arte mora. Un éxito en este trámite registró en septiembre último la empresa que encabeza Juan Sarachaga. Presentar un conjunto de pinturas, muebles de época, platería europea e importantes objetos de arte procedentes de la colección que fuera de Alberto Blaquier le aseguró un foco de atención, incluso del exterior, que a la hora del martillo se tradujo en un éxito medible en siete cifras largas. Además de las pinturas argentinas incluídas en la planilla adjunta, una obra del vasco Ignacio de Zuloaga se vendió en 297.000 dólares y un tema del posimpresionista Henri Le Sidaner, que no se encontraba en las mejores condiciones de presentación, alcanzó la buena suma de 255.600 dólares. Ambas obras, presumiblemente, tomarán el camino de regreso a sus lugares de origen. Una lámpara de Emile Gallé, una cómoda francesa Transición, signé Stumpp (siglo XVIII) y dos esculturas de bronce de Auguste Rodin resultaron también fuertemente pujadas. Records en arte argentino
El arte local tuvo en esta subasta de Sarachaga su luz más alta en la soberbia "Naturaleza muerta" de Lino Enea Spilimbergo que ilustra esta página, y que al adjudicarse en la cifra que señalamos ingresó en el cuadro de honor de las ventas de pintura nacional, si bien los observadores del mercado la hacían merecedora de un valor aún más elevado.
Un impactante óleo de Ricardo Carpani, de contundentes medidas 200x150 cm fue el atractivo mayor de la subasta de Arroyo. A esta obra con calidad de museo, acertó la casa en presentarla con una más que tentadora base de 25.000 pesos. A la hora de la verdad, la coincidente voluntad de varios aspirantes a su posesión llevó esta cifra al definitivo nivel de 84.075 pesos, que implica un nuevo record para este artista en subastas.
Otro artista que también vió mejorar su plus-valor en el mercado secundario fue Nicolás García Uriburu, de quien Naón ofreció un importante y clásico tema de ombúes, de 80x160 cm. Ofrecido en dólares, como es la discutible costumbre de esta casa, la obra arrancó con un requerimiento de sólo 4.000, a todas luces bajo. Sin embargo la rápida puja entablada puso justicia al llevar la decisión al nivel de los 17.935 dólares, cifra que paso a constituirse en nuevo record para Garcia Uriburu en el ámbito de los remates de arte. A partir de ahora, y hasta mediados de diciembre, la temporada aparece absolutamente cubierta de subastas programadas en Buenos Aires, con el adicional de las de arte latinoamericano que Christie's y Sotheby`s convocan en noviembre en Nueva York y que incluyen obras de autores argentinos. Ya no quedan fechas disponibles, y la gran pregunta que desvela a operadores es si la oferta, es decir, las obras a la venta, estarán a la altura de las exigencias de la demanda. Y éstas, bien lo sabemos quienes transitamos por las salas de subastas, son día a día más crecientes. VALORES MAS ALTOS EN LAS SUBASTAS DE SEPTIEMBRE DE 2006
1) INDIGO (4 de septiembre)
BADI, Aquiles Flores con fondo rosa (óleo, 68x58 cm) $ 30.150
PRESAS, LeopoldoComposición (óleo, 100x80 cm) $ 23.540
SPILIMBERGO, Lino E. Figura pensativa (sepia, 78x58 cm) $ 13.450
SIVORI, Eduardo Figura (óleo, 52x42 cm) $ 13.450 VAZ, Oscar Arabescos (óleo, 50x60 cm) $ 10.650
2) NAON (13-19 de septiembre)
LACAMERA, Fortunato Balcón al Riachuelo (óleo, 70x50 cm) u$s 41.470
CASTAGNINO, Juan C. Dos mujeres (mural fresco, 202x172) u$s 28.025
GARCIA URIBURU, N.Los ombúes (óleo, 80x160 cm) u$s 17.935
THIBON DE LIBIAN, V. Niña con fondo de calesita (36x31 cm)u$s 16.815 ZAINO, Salvador La ninfa y el cisne (óleo, 107x173)u$s 14.010
3) SARACHAGA (19-22 de septiembre)
SPILIMBERGO, Lino E. Naturaleza muerta (témpera, 92x104cm)u$s 102.100
PALLIERE, Juan L. El saladero (acuarela, 21x45 cm) u$s 35.870
RUSSO, RaúlBarcas (óleo, 81x100 cm) u$s 30.265
RUSSO, RaúlPaisaje con palmeras (óleo, 50x70 cm) u$s 19.060 MACCIO, RómuloFigura (óleo, 130x130 cm)u$s 14.350
4) ARROYO (26 de septiembre)
CARPANI, Ricardo Desocupados (óleo, 200x150 cm)$ 84.075
CUNSOLO, VíctorLos Sarmientos (óleo, 50x69 cm) $ 80.710
LYNCH, Justo Día gris (óleo, 44x48 cm) $ 57.170
BERMUDEZ, Jorge El Yampa (óleo, 86x75 cm)$ 49.325 KOEK KOEK, Stephen La gacela de los mares (óleo, 60x70 cm)$ 39.235
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