Av. Pte. Manuel Quintana 325 pb,
Pettoruti y Xul Solar
Pasaron exactamente 100 años desde aquella irrupción iniciática que encendió la mecha para que estalle el arte moderno en la Argentina. Los protagonistas fueron dos grandes amigos: Emilio Pettorutii y Xul Solar, quienes, en julio de 1924, decidieron volver juntos a la querida Patria, como así la llamaban en sus misivas. Las cartas entre ambos dejan en claro que el regreso era un deseo que nunca menguaba, como también una posibilidad siempre latente. El plan congeniado era exhibir juntos ni bien llegaran a Buenos Aires, y dar pelea. Pero, finalmente, fue la mítica y polémica exhibición individual de Pettoruti en el Salón Witcomb, con la defensa intelectual y pugilística de Xul Solar y el grupo literario que se concentraba en torno a la revista Martín Fierro, la punta de lanza o el ojo del incipiente huracán que empezó a desatar esa fuerza centrífuga capaz de cambiar para siempre el modo de mirar nuestro mundo y representarlo.
Con la certidumbre de que la sociedad no debería olvidar esta efeméride centenaria, junto a la Fundación Pettoruti y la Fundación Pan Klub, Del Infinito decidió rememorar y reinterpretar -desde el desparpajo y la rebeldía que demanda un homenaje de este calibre- a ese momento fundacional y transformador para la historia del arte local.
Con curaduría de Javier Villa, la exposición narra la historia de dos amigos íntimos, cuyos caminos estaban predestinados a entrelazarse. Como si se tratase de los inicios prehistóricos de una cadena de ADN de la pintura local, las aventuras europeas de Xul Solar y Pettoruti parecen cruzarse y distanciarse, pero nunca alejarse demasiado para así volver a acercarse. En ciertas ciudades vivieron juntos, en otras vacacionaron. Vendieron obras en la calle como método de supervivencia. Se auto-organizaron exposiciones y se escribieron críticas cruzadas para apoyarse entre sí. Compartieron veladas hasta el amanecer discutiendo sobre los temas más variados, ya sea solos o con los grupos vanguardistas de turno. Disfrutaron y entendieron la visión del otro a pesar de las diferencias. Volvieron en el mismo barco porque sabían que el deseo de construir un nuevo mundo es solo posible empujándolo juntos.
El diseño expositivo de Nuevo mundo fue inspirado por las arquitecturas laberínticas de Xul Solar y el juego entre planos plenos y diáfanos que Pettoruti aplicaba para investigar la luz. La historia es contada a partir de compartimentos o bloques que, si bien se encuentran claramente delimitados, mediante paredes traslúcidas se van entrelazando para generar tanto contaminación como continuidad entre las ideas de ambos artistas, sus obras y el paso del tiempo. La muestra presenta más de 50 piezas, algunas claves y ya emblemáticas en la historia de cada uno de los artistas, otras que se han visto poco e incluso algunas que serán inéditas para los ojos del público.
Los bloques narrativos recuperan tres momentos del periplo Europeo. El primer encuentro y la venta callejera de pequeños paisajes para garantizar la supervivencia. El acontecer del quiebre vanguardista que abre un nuevo portal en cada una de sus prácticas, siendo el de Pettoruti en sus inicios del viaje (1913-14) ante el impacto del futurismo y el de Xul Solar al final de esa aventura (1924) cuando conoce a Aleister Crowley y comienza a utilizar el método de la clarividencia para llegar a sus visiones y los San signos. Por último, el tercer bloque europeo recupera el paisaje añorado desde la distancia, que provocará evoluciones tanto formales como simbólicas: en el caso de Pettoruti en relación a los bosques de La Plata y en el caso de Xul Solar sobre las edificaciones y la naturaleza del Tigre.
Un cuarto bloque enfrenta tres piezas imponentes de ambos artistas luego de 20, 30 y hasta 40 años después del regreso a la Argentina. La Farfalla de Pettoruti es un emblema del período final del artista cuando retorna a Europa y vuelve a la abstracción inspirada por la naturaleza, bajo una búsqueda de transformación formal más espiritual o, al menos, meditativa. En el caso de Xul Solar, tanto 7 Rishis como el Pan Tree son obras que marcan el proceso y culminación de la maduración mística del artista.
La exposición termina donde todo se inicia, con un bloque que reconstruye de forma peculiar la exposición de Pettoruti en el Salón Witcomb, como también las polémicas que incitó en la prensa y los debates incendiarios entre las diversas facciones del arte, que muchas veces terminaba con batallas físicas e intelectuales. Esta reconstrucción se realizó a partir de las fichas originales con las que el mismo Pettoruti comenzó a organizar su propia historia y carrera; hoy en día uno de los corazones del archivo que cuida la Fundación Pettoruti. Se exhiben unas veinte fichas de obras que, basados en la investigación, sabemos con certeza fueron exhibidas en Witcomb. A su vez, se presentan tres tintas originales de naturalezas muertas, muy similares a las obras de aquella época. Alrededor de estas mesas y observando la exhibición, una serie de 12 dibujos nunca exhibidos de Xul Solar encarnan el papel de espectadores y grupos en pugna. El espacio se transforma así en un híbrido entre la sala de exhibición y el bar, ring donde se dirimían las controversias suscitadas por la irrupción de la vanguardia en la escena porteña.
Desde el 13.11.2024 al 01.02.2025
Galería: Del Infinito
Días y horarios: Lunes a viernes de 10 a 18 hs.
tel. +54 11 3570-4239
direc: Av. Pte. Manuel Quintana 325, PB, Buenos Aires, Argentina.