Nota publicada online
A partir de la idea original de Eduardo Médici, se reunieron obras de 40 artistas; la muestra trata sobre todo de cruces de dispositivos, algunos de los cuales advienen en la desembocadura de largos procesos históricos.
Participan: Ananké Asseff | Juan Becú | Joaquín Boz | Sofía Bohtlingk | Dino Bruzzone | Elena Dahn | Bruno Dubner | Matías Duville | Julieta Escardó | Raúl Flores | Margarita García Faure | Lisa Giménez | Alberto Goldenstein | Max Gómez Canle | Sebastiám Gordín | Diego Gravinese | Silvia Gurfein | Silvana Lacarra | Estefanía Landesmann | Marcos López | Eduardo MedicciI Emiliano Miliyo | Jorge Miño | Andrea Ostera | Esteban Pastorino | Oscar Pintor I Santiago Porter | Dalila Puzzovio | Res | Jorge Roiger | Rosa Chancho | Mariela Scafati | Pablo Suárez | Rosana Schoijett | Paula Senderowicz | Rosana Simonassi | Cecilia Szalkowicz | Mariano Vilela | Martín Weber | Pablo Ziccarello.
Con un decisivo cambio de rumbo Arte x Arte - Fundación Alfonso y Luz Castillo, especializada en fotografía, video y nuevos medios, da comienzo a una nueva etapa en la que prioriza el sustento teórico de cada una de las exhibiciones que presentará en su tradicional espacio ubicado en Villa Crespo. Se trata de muestras de envergadura, de tres meses de duración, acompañadas por actividades académicas paralelas a cargo de personalidades de renombre y con la edición de un libro de investigación para cada uno de los temas que se toquen.
Para la primera muestra Luz Castillo, directora general de la Fundación y Eduardo Médici, su director artístico, convocaron a la crítica de arte Valeria González para curar “In Fraganti”, una muestra que reúne cuarenta conocidos artistas de la escena local con el objetivo de investigar qué une y qué separa a la pintura de la fotografía; es decir, esos espacios intermedios, los dialógicos o conflictivos, en que los lenguajes se cruzan y engendran nuevas prácticas y pensamientos.
La muestra es una verdadera clase de historia del arte, con obras calve de artistas de distintas generaciones. La curadora organizó el recorrido bajo cuatro dispositivos de larga duración y trans estilísticos: Escenificación -Materia – Optica - Recorte
La sala de la planta baja reúne obras en las que el retrato es el gran protagonista. Antes de la invención de la cámara fotográfica y, aún desde la pintura renacentista, se realizaba una puesta en escena para contar la historia del personaje retratado. En este núcleo conviven “La dama” de Res, el “Cíclope de Monserrat” de Juan Becú, y una fotografía sobre espejo decapado de Rosana Simonassi. Pero, si hablamos de escenificación, es imposible obviar las escenas de interiores de Oscar Pintor.
Otro claro ejemplo de cómo la fotografía imita a la pintura –en este caso manipulando la propia técnica fotográfica- se puede observar en los matices lumínicos de los retratos de Marcos López y Ansel Adams.
La fotografía también se acerca a la pintura abstracta por obra del “close up” como en le caso de “Nenúfares”, de Jorge Roiger, artista que se ubica en el movimiento informalista argentino que lograba, mediante la toma fotográfica, imágenes muy cercanas a la de sus colegas.
Materia
En las obras del primer piso el foco está puesto en la materialidad. La emulación de texturas propias del informalismo aparecen nuevamente en una fotografía de Jorge Roiger quien imita la apariencia visual de la materia. Reaparece en la pintura gestual de los 80 y llega a aristas muy jóvenes que, como Sofía Bohtlingk, trabajan la tradición de la pintura matérica pero despojadas del dramatismo. Aquí aparece el “Duende de la trementina” una obra de fines de los 80, de Pablo Suárez.
La fotografía también se pregunta por su propia materialidad específica y aparece su propia huella de luz. En este núcleo la obra seminal de Andrea Ostera: “21 vistas de la casa de noche”, la obra de Bruno Dubner y la de Pablo Zicarello.
Por otro lado, la aparición de este nuevo mecanismo de producción de imágenes, provocó este sentido de auto diferenciación y arroja conciencia sobre las condiciones y los límites de la percepción humana: siempre que hay un campo de visibilidad, hay un fuera de campo.
Optica
Optica y materia pueden ser aspectos indivisibles es por esto que en las condiciones de visibilidad y de invisibilidad reaparecen los factores lumínicos como se observa en las escaleras de Jorge Miño y la obra de Alberto Goldenstein.
El campo visual puede leerse como recorte selectivo; la situación de mirilla de Gordín y el marco pictórico de Max Gómez Canle, muestran dos situaciones claramente diferenciadas. El “Ensayo sobre la imposibilidad de ver” de Silvia Gurfein, se enfernta a las fotografías sin ojo de Raúl Flores que fueron tomadas –a ciegas- con la mano sumergida dentro de una pileta. Como contrapartida la obra de Emiliano Mirillo totalmente a oscuras en la cámara frigorífica –lugar emblemático del espacio-, revela la posibilidad de ver todo, aún en la tinieblas.
El recorte también puede ser producto del tiempo; aquí la fotografía se acerca al cine a través del negativo mas largo del mundo de Esteban Pastorino y con la película de impresoras de Cecilia Szalkowicz –obra que se realizó en Murcia en el 2008 y ahora por primera vez es producida por la Fundación arte x arte para nuestro medio-.
¿Por qué IN FRAGANTI?
Simplemente porque descubrimos que la pintura y la fotografía, como en el amor, no pueden vivir una si la otra.