Nota publicada online
Economista, empresario inmobiliario y coleccionista de arte rioplatense, Eduardo Costantini comenzó en los 90, a comprar obra de importantes artistas latinoamericanos con el propósito de darle mayor visibilidad al arte argentino.
Fundó el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires en septiembre de 2001 con la visión de unir, educar y resaltar nuestra identidad latinoamericana. A través de sus exposiciones y programas culturales, Malba acercó nuevos públicos que nunca antes habían visitado un museo y hoy, casi veinte años mas tarde, el museo ha logrado posicionarse como un ineludible referente nacional e internacional.
Malba fue el primer museo que cerró, el pasado 11 de marzo, a causa de la pandemia, con un promedio mensual de visitas que varía, según la muestra y la estación, de unos 35.000 visitantes al mes. El 2019 con la muestra de Erlich (la más visitada en la historia del museo) se superaron los 500.000 visitantes al año.
Desde Arte Online convocamos a su fundador para reflexionar sobre el desafío al que nos enfrentamos -de confinamiento y cierre temporario de museos e instituciones- y cómo será el día después, cuando volvamos a cierta “normalidad”.
¿En esta línea están pensando en nuevas producciones?
-Malba funciona como una usina de pensamiento y creación permanente, con un programa interdisciplinario que tiene tres ejes: artes visuales, cine y literatura. Debido al contexto de la pandemia, el calendario de exposiciones temporarias está en constante cambio y reformulación. Hoy es muy difícil programar para los próximos años pero tratamos de generar diferentes escenarios y propuestas flexibles, que se adapten al contexto. Sin dudas vemos una vuelta programática a lo local. Haremos foco en el arte argentino y en la riqueza de nuestra Colección, enfocados en el desarrollo de nuevas investigaciones en torno a temas universales y relevantes del presente. También estamos trabajando para fortalecer las redes de intercambio, reflexión y colaboración con otros museos de Argentina y de la región.
¿Qué estrategias estás pensando para adelante?
-Creemos que los museos tendrán un rol central en la restitución del tejido social de nuestras comunidades. Los museos pueden ofrecer experiencias educativas y de esparcimiento que ayuden a enfrentar las dificultades económicas, sociales y psicológicas en momentos de crisis.
Actualmente estamos trabajando activamente en la web y en las redes para mantener el museo vivo, sostener el vínculo afectivo con nuestras comunidades y también ampliar los contenidos online con programas y actividades para audiencias de todo el país y público internacional. La gran oportunidad del museo virtual es la posibilidad de ampliar nuestro impacto y alcance a otras latitudes y también el fortalecimiento del sentido de pertenencia como comunidad.
¿Están pensando en Muestras online? ¿Actividades interactivas?
-En parte lo venimos ya haciendo en redes como Instagram donde Malba tiene la comunidad online más grande de un museo en America Latina, con casi 500.000 personas.
Entre las diferentes iniciativas de #MalbaVirtual convocamos a artistas que tuvieron grandes exhibiciones en Malba a tomar la cuenta del museo y desarrollar una suerte de exhibición online por un día. Ya lo hizo Guillermo Kuitca, la semana que viene es el turno de Marta Minujin (11 de junio) y luego seguirá Liliana Porter, entre otros grandes referentes del arte argentino y latinoamericano. Las obras de Remedios Varo y la Colección inspiran convocatorias como #MimesisMalba donde la gente se divierte replicando piezas iconos del museo con sus recursos y creatividad en un proyecto colaborativo y de creación colectiva.
También trasladamos cursos, conferencias y ciclos de cine y programas públicos al formato virtual con enorme adhesión y participación de públicos nacionales e internacionales. Estamos compartiendo los catálogos editados por Malba, muchos libros de referencia -ya agotados en papel-, además de nuevos proyectos articulados entre las áreas.
¿Cómo crees que se debería mantener “visibilidad”, sin corren el riesgo de abrumar al nuevo “visitante online”?
-La clave es la identidad y la calidad de nuestros contenidos. Malba ha sabido construir a lo largo de los años una comunidad online activada y participativa, que da forma y modela el museo virtual con sus aportes, no sólo los creados por el museo.
Los pilares de nuestra identidad son el ADN latinoamericano y la riqueza de nuestra colección y del programa de exhibiciones temporarias; el trabajo interdisciplinario que combina artes visuales, cine y literatura, y el enfoque en los visitantes. Nuestra labor es construir un museo plural e inclusivo.
¿Qué cambios crees que se vienen para cuando podamos re-inventar nuevas formas de encontrarnos?
-Creo que el museo ha demostrado una capacidad de adaptación enorme frente a la coyuntura. Nos hemos adecuado rápidamente a la vertiginosa velocidad de los cambios de este tiempo, gracias al vasto y riquísimo contenido cultural que poseemos, la capacidad tecnológica y nuestro elevado nivel de convocatoria. Confío que encontraremos la forma de reinventar la experiencia física del museo brindando confianza a nuestros visitantes. Seguramente el regreso estará marcado por nuevos hábitos de seguridad e higiene y nuevas configuraciones de la circulación en el edificio, propiciando al principio encuentros más personales y experiencias de contemplación frente a las obras.