Nota publicada online
Liminal es la primera exposición antológica de Erlich en todo el continente americano y reúne una selección de veintiuna instalaciones, producidas desde 1996 hasta la fecha.
Esta obra de Erlich tiene uno de los climas más enrarecidos de toda la muestra, porque posee un funcionamiento fantasmal, que nos devuelve una presencia donde hay abandono casi total en una típica aula escolar, que parece en desuso como si algún sino extraño la pusiera en ese abandono.El uso del color colabora especialmente para hacer sentir el pasado, algo que está en retirada y que se reactiva con nuevas presencias. Es una combinación virtuosa de espacio y tiempo porque se lee enseguida que aquellos que se reflejan sentados allí, en realidad están fuera en otro espacio que se modela con asientos para que coincidan con los que se ven detrás del vidrio espejado. Sólo si pensamos la obra en términos espaciales, tenemos mucho para decir, pues están los espacios reales multiplicados, los espacios de la memoria emotiva traídos al presente, la dimensión de un espacio 'otro' donde se expresa una inmaterialidad avejentada como si fuera un tiempo inexistente o simplemente el juego de la varita mágica de Erlich para hacer aparecer algo donde no está y viceversa. Como muchas de esta muestra del Museo Malba, esta obra funciona en cualquier lugar del planeta, pues globalmente las aulas distribuyen el espacio de modo similar. Así el espacio, el color y la temporalidad, incluida la del visitante, juegan con nuestras emociones y nos proveen de una experiencia valiosa en una de exhibición que se encamina al éxito total de visitantes, ya que según los datos que pasaron los responsables del área educativa, sólo en vacaciones de invierno se llegó a la cifra de 80 mil personas, a razón de casi 6000 por día. ¡No se la pierdan!