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El impacto es grande al ingresar en la sala del Centro Cultural Recoleta donde se exponen los trabajos del destacado grabador argentino Alfredo Benavidez Bedoya: cientos de estampas y dibujos cubren la sala desde el piso hasta el techo.
La profusión de imágenes produce un especial atractivo que impulsa a adentrarse en ese universo para ir descubriendo cada obra de esta muestra titulada Mi Dormitorio.
En el texto que escribió para la exhibición, Benavídez Bedoya recuerda su dormitorio de niño con sus “miedos y maravillas que flotaban en el agua tornasolada”. La sala del Centro Cultural Recoleta nos remite, asimismo, al dormitorio de un adolescente donde se cuelgan las imágenes más preciadas.
“Nadan entremezcladas imágenes infantiles, ingenuas, irónicas, políticas, dolorosas, eróticas, placenteras, de risa segura o de alarido final, algunas imágenes muy secretas y otras de carácter extraordinario o delirante”, escribe el artista.
Una muy buena síntesis del conjunto integrado por 450 grabados y 108 dibujos realizados desde la década de 1980 hasta la actualidad. Benavídez Bedoya siempre hizo un mínimo de tres dibujos previos por cada grabado, sin embargo, solía tirarlos. Recién desde hace cinco años empezó a guardar los dibujos.
Su forma de trabajar es por medio de series, géneros y subgéneros a los que otorga continuidad en el tiempo. Pero en esta exposición, el orden espacial de los trabajos no remite a estas categorías, sino a los distintos formatos y medidas de las obras. Así, encontramos entremezclados un grabado para un libro infantil, una imagen sobre los pecados capitales, otra que ironiza sobre el mundo del arte, una erótica, un retrato de Kafka.
Las medidas de los trabajos varían. El artista explicó a Arte Al Día que las estampas expuestas son, en su mayor parte, pruebas facsimilares realizadas en el mismo tamaño original de las matrices. Sus grabados suelen ser en linóleo y en blanco y negro.
Todos los grabados comparten la intensidad de la línea y la gran expresividad de la imagen. El artista varía con frecuencia las perspectivas en sus composiciones. Otra marca característica en su obra es la ironía y el humor a los cuales recurre para acentuar de manera efectiva el punto de vista crítico sobre un tema.
Benavídez Bedoya nació en Buenos Aires en 1951. Obtuvo importantes premios nacionales e internacionales como el Gran Premio de Honor del Salón Nacional y el Gran Premio de la Bienal Internacional de Taipei, entre otros. En 1999 ganó la prestigiosa Beca Guggenheim. Es intensa su labor académica y docente. Fue director de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y rector de la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova. Y es ilustrador de libros.
Entre los dibujos exhibidos en el Centro Cultural Recoleta se pueden ver algunos de sus Poemas y dibujos a mano alzada, los cuales formarán parte de un libro que el artista tiene la idea de editar con el formato de una carpeta escolar.
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Info
Hasta el 11 de septiembre
Centro Cultural Recoleta, sala 6, Junín 1930