Galería Mar Dulce
Uriarte 1490
CABA

HILOLULU es la primera exposición de Cintia Vietto en Galería Mar Dulce. Presenta 30 pequeñas piezas en hilo, y una serie de esculturas textiles.
Cintia Vietto tuvo sus comienzos creativos en la escena punk y underground de Buenos Aires, Berlín y Moscú, en la época de la caída del muro, viviendo en casas de artistas y haciendo performances en distintos escenarios culturales, junto con su compañero, Marcelo Weissel. De esa intensa época surgen sus primeras pinturas de gran escala con colores vibrantes, aplicados sobre una base oscura y su diseño de ropa punk en material reciclado.
En los años siguientes, en Buenos Aires, sus pinturas exploraban la abstracción, observando el juego de la luz y el color sobre la forma humana, empleando óleos en rápidos espatulazos para crear forma y profundidad. Su trabajo en textil pasó a la creación de esculturas figurativas, desde pequeños muñecos hasta gigantes raros.
En HILOLULU, Cintia deja la pintura al óleo de gran formato para explorar pequeñas obras 'pintadas' en hilos brillantes sobre base de serigrafía oscura, que en sus direcciones y tonos hacen a la forma. La técnica y el formato cambian, pero su pasión por el color y el juego con la abstracción —o quizás, mejor dicho— el desenfoque, siguen siendo el hilo conductor. Tanto los cuadros como las esculturas parecen vibrar con la energía y pasión con la que fueron creados.

Sobre la artista
Cintia Vietto es una artista multifacética y activista cultural nacida en Buenos Aires, en 1967. Desde 1987 hasta 1993, formó parte del grupo de arte “El Kogre” y de las bandas tecnopunk “213 Lechita” y “Phalacrocorax” en la escena under de Buenos Aires, Milán, Berlín y Moscú, donde creó obras visuales, sonoras y performáticas en museos y galerías de arte.
En Argentina, Cintia fue parte de la comunidad “Lápiz Japonés”, dedicándose a la ilustración y la historieta-arte. Como gestora cultural lideró, entre 2003 y 2015, el proyecto “Red Identidades Productivas”, en el que participaron artistas y artesanos de doce provincias argentinas en un proceso de creación colectiva basado en ejes de identidad local.
Desde 2022, integra el colectivo “Teatrito Rioplatense de Entidades (TRE)”, donde elabora objetos textiles e indumentaria. Conjuntamente con Ral Veroni realizó el libro de artistas “Apocalipsis de Platinia”.
En la actualidad se dedica a la investigación pictórica y textil. Sus últimas exhibiciones fueron “Óleo Punk” (Galería Alejandro Bustillo, Banco Nación, Buenos Aires, 2023), “Color sobre negro” (Galería Central Newbery, Buenos Aires, 2023), “Viento, teatrito y humo” (muestra del colectivo TRE, Galería Mar Dulce, Buenos Aires, 2022) y “Cintia y Marcelo” (Waldengallery, Buenos Aires, 2021).
Texto crítico
Es una actividad relativamente reciente esta de ser de prologuista de las exposiciones de Cintia. Bastante reciente en relación a los años que la conozco. Supongo que mi condición de testigo privilegiado en sus caminos de creación —sin haberla estudiado en los libros o consultado la web— me dan algo de autoridad en la materia. Prologar sus muestras, por otra parte, o que Cintia me confíe el ejercicio de hacerlo, es una manera de celebrar nuestra amistad. Podría agregar también dos cosas más: el recorrido es una escalonada marca en la memoria que su arte deja sobre ambas vivencias: la de ella y la mía, y, además, una tarea poco repetitiva esta de prologar ya que Cintia tiene la costumbre de recrearse todo el tiempo.
Para el que no la conoce puedo decir muy someramente que Cintia comenzó a fines de los años 80 en las escenas anarquistas, punk y underground de una Buenos Aires que se hundía con velocidad en el caos de la hiperinflación. Su “huida” hacia Europa la encontró en un paisaje no menos apocalíptico de la escena de Berlín y Moscú inmediatamente después de la caída del muro. De estas épocas son sus pinturas refractarias, sus pancartas, sus diseños de trajes con material reciclado en donde la oscuridad del fondo, la inclinación por el negro o el gris oscuro como base para agregar el color, es algo que mantendrá con idas y vueltas hasta el presente.
Su regreso en los 90 está en relación con la fundación de una familia con mi buen amigo Marcelo. Posiblemente haya sido la presencia de los hijos la que llevó a Cintia a personificar muñecos plenos de color. Crearlos, fotografiarlos, representarlos fue su modo de mantener la llama de la obra en los exigentes años de la crianza. Y no está demás decirlo porque algunos muñecos y otros gigantes reaparecen para deleite del observador en esta exposición.
El reencuentro de Cintia con la pintura debe ser de hace unos ocho años. Vistos en perspectiva son años de vértigo: el paso por la abstracción, el ejercicio compositivo, la observación de la luz y el color sobre la figura humana aplicada sin otro recurso que rápidos espatulazos para dar forma y profundidad al cuadro. Pero en esta nueva muestra la novedad —se puede ver claramente— son estos cuadros cosidos donde convergen la pasión de Cintia por el color, aplicado principalmente por hilos —sobre una base previa de serigrafía— que en sus direcciones y tonos hacen a la forma y a su fondo oscuro como estrategia para resaltarlos. Hay también un cambio marcado en el formato, de los óleos grandes a los textiles pequeños, pero el juego con el desenfoque sigue estando presente.
Sus indagaciones de sus años de pintora y su pasión por lo textil están puestas al servicio de estas nuevas imágenes. Parecen su modo de revisitar —mi manera al menos de revisitar— aquellas pancartas, telas y trajes performáticos de los años iniciales, pero por sobre todo confirma su creatividad y el motor del entusiasmo con el que se mueve Cintia y que es su gran virtud.
Ral Veroni, 2024
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La muestra se podrá visitar desde el día de su inauguración, el sábado 15 de marzo de 16 a 19hs hasta el 26 de abril en Galería Mar Dulce, Uriarte 1490, y martes a sábado de 16 a 19 hs.
Entrada libre y gratuita