Sin pan y sin trabajo en una de las obras más emblemáticas de nuestra historia del arte. Ernesto de la Cárcova comenzó a pintarla en Roma donde recibió una sólida formación académica a la edad de 26 años y la finalizó ya de vuelta en Buenos Aires, en 1893. Un año después, la expuso en el II Salón del Ateneo con excelente repercusión. A la enorme fuerza expresiva y a la contundente denuncia social que contiene este cuadro se suma la búsqueda de formas expresivas que dejan atrás las fantasías románticas o la exaltación del pasado clásico y por ello causó sensación entre sus contemporáneos.

A los 22 años Tomás Espina, después de viajar por el mundo, volvió a Buenos Aires para estudiar artes visuales en la Escuela Prilidiano Pueyrredón y desde entonces, ésta es la ciudad donde vive y trabaja. En la edición 2001 del Premio Banco Ciudad, el artista presentó una fotografía que reproduce el emblemático cuadro y en el que sustituye la mujer que amamanta a su hijo, por la figura de un personaje joven y actual -él mismo-. Esta fotografía que reafirma la vigencia de una gran obra realizada hace más de un siglo por quien fuera director de la Escuela de Bellas Artes y Museo de Calcos, explora las relaciones entre la tradición, lo social; lo poético y lo político; forma parte de la muestra Imágenes e historias que se exhibe en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta organizada por la Fundación MAPFRE y la elegimos como imagen de nuestra edición por su fuerte carga simbólica.

El Museo de la Universidad Tres de Febrero presenta una muestra de Luis Seoane un artista moderno. Con este mismo criterio y porque, consideramos que el ejercicio de la cultura visual desarrolla en las personas una percepción de su realidad que invariablemente incentiva la capacidad creativa de convertir el discurso propio en una herramienta de pensamiento, convocamos a otro reconocido artista contemporáneo, Leonel Luna, a ejercitar su mirada sobre esta obra y la técnica del grabado.

Las empresas e instituciones se siguen comprometiendo con la cultura visual y apuestan a valorar y a premiar el talento de nuestros artistas. Premios como el Banco Nación, Faber Castell, y Banco Ciudad ya son un clásico esperado y, día a día, las nuevas herramientas siguen ganando espacios; la segunda edición del Premio Itaú Cultural de Artes Visuales logró congregar 1.756 creaciones contemporáneas de jóvenes artistas emergentes que llegaron a través de Internet procedentes de todo el país.

Desde Arte al Día seguimos evolucionado con nuestros productos editoriales: la revista, el periódico y el sitio web, y hemos creado proyectos y espacios para acercar el arte a la gente -Gallery Nights, Semana del Arte en Buenos Aires, Semana del Arte en Lima- y dos ferias especializadas: Buenos Aires Photo y Pinta New York.

Por todos los medios apostamos a la cultura visual como ejercicio y al arte como camino.