¿Cómo se inició este proyecto? En el año 2000 el Director del Centro Cultural Borges invitó a Julio Le Parc a realizar una exposición y me pidió que me ocupara de la curaduría. Como él acababa de presentar una muestra retrospectiva en el Museo Nacional de Bellas Artes, pensó que sería más interesante crear una obra site-specific para el espacio de arte de un edificio tan emblemático como el de las Galerías Pacífico. Mientras caminábamos, nos detuvimos bajo la cúpula que pintaron Berni, Castagnino, Colmeiro, Spilimbergo y Urruchúa. Recordó que, cuando estudiaba en la Escuela Preparatoria, algunos de ellos eran maestros y que él los respetaba por su compromiso social. Pensó, entonces, que podría realizar una obra que homenajeara el trabajo y los ideales de los muralistas pero, por supuesto, desde su lenguaje cinético.

¿El proyecto siempre comprendió las obras Móvil trasparente y Traslación?
En realidad el proyecto pensado por Le Parc comprendió estas dos obras más una exposición sobre los murales. Desde el comienzo imaginó un gran móvil realizado con acrílico transparente que atrajera al público que entra a las Galerías para recorrer sus locales comerciales y, muchas veces, pasa distraído bajo las pinturas de la cúpula.
Pensó que podría realizar una obra que, señalando la importancia de esos murales, propusiera mirarlos desde otro lugar. Concibió entonces una caja cinética de gran porte que jugara con los murales que están pintados justo debajo de ella. Llamó a esa obra Traslación, porque traslada las imágenes de los murales de la planta baja al piso superior, pero también porque la concibió trayendo sus recuerdos de juventud al presente.
En el año 2000, y antes de que Julio dejara Buenos Aires, fuimos a visitar a José Antonio Berni, Álvaro Castagnino y a Lucía de Spilimbergo, y, más tarde a Alba Colmeiro, Hebe y Leda Urruchúa para reunir los bocetos y trabajos preparatorios de los muralistas para la exposición que completa su propuesta. Así comencé la investigación para Los muralistas en las Galerías Pacífico ­cuya curaduría realicé con Cecilia Rabossi­ que se presentó por primera vez en mayo de 2008 y se repuso en octubre para acompañar la inauguración.
¿Cuáles fueron los principales obstáculos?
Técnicamente Traslación requirió varios ajustes. El proyecto tenía como antecedente una obra realizada en el Fort Liédot que trasladaba imágenes hacia abajo. En nuestro caso debía ser hacia arriba pero, además, existían varios puntos críticos. En el año 2005 viajé a su taller de Cachan y después Le Parc vino a Buenos Aires para trabajar en el proyecto. Fue repensando algunas cuestiones técnicas y, finalmente, hizo cambios que mejoraron los resultados. El Móvil no ofreció dificultades porque estuvo a cargo de
Eduardo Rodríguez, quien ha realizado innumerables trabajos para Le Parc.
Claro que, además, costó mucho reunir los recursos económicos necesarios para producir obras de estas características. De modo que fue un gran desafío para todo el equipo del Borges pero, afortunadamente, se pudo concretar.
¿Qué significa para Julio Le Parc que finalmente estas obras estén instaladas?
En principio no puedo responder por Le Parc, aunque podría decir que lo observé satisfecho con este proyecto que incluyó imagen filmada. Lo percibí entusiasta con las posibilidades que ofrece este nuevo medio y, también, en estos días lo he visto disfrutar el reencuentro con un grupo de compañeros de su época de estudiante. Porque en el año 2000, al evocar a los maestros también recordó mucho su segunda época de estudiante, cuando fue uno de los "rebeldes" que intentaron transformar las escuelas de artes. Para enlazar su homenaje a los maestros y las acciones de los estudiantes de su época, organizamos una entrevista pública sobre el Movimiento Estudiantil de 1955 y, ese día, Julio se reencontró con muchos compañeros. Mi percepción es que se fue contento y con ganas de seguir pensando proyectos pero, en realidad, habría que preguntárselo a él.
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Julio Le Parc Otra mirada se exhibe hasta el 20 de noviembre
Centro Cultural Borges, Viamonte y San Martín