Emboscada

Es lo facetado de las cuentas lo que hace que éstas brillen, que destellen.Pero no lo suficiente.
Es que Nieva adentro.
Ni los floreros rojos, turquesas ni fucsias pueden evitarlo, aunque lo intenten. La muerte y sus fantasmas entonan la canción de bienvenida.
Un mobiliario de época, pesado, inamovible, histórico. Su tapizado
bermellón, lejos del esplendor, ha comenzado a desteñirse, ahora sus hilachas dibujan charcos rojos que nadie limpia. Un pasado sucio.
Y las flores, aunque enmudecen por su variedad de tonos y estambres, no dejan de adornar el banquete para los muertos.
Es que la belleza camufla y Román nos tiende esa trampa todo el tiempo. Uno
cae presa de lo bello, porque la belleza encanta.
Él ha preparado toda la escenografía, minuciosamente, cuenta a cuenta. Con la exactitud de los asesinos.
Y la frialdad, porque nieva adentro para poder tener la sangre fría. Al rojo vivo uno yerra.
Sus árboles raquíticos no son de una madera diferente a la de los rifles. Un bosque talado. Una presa de trofeo.
Los leños apilados esperan el cerillo que los encienda.
Román exhibe sus muertos en un subsuelo, les ha tendido una emboscada.
Esta vez ha decidido dejarlos bajo tierra.
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Museo Diario La Capital, Sarmiento 763, Rosario
La exposición puede visitarse hasta el domingo 31 de octubre