Las positivas expectativas que para el tramo final de la temporada de remates de arte señalamos en nuestro envío anterior tuvieron, a la hora de los martillos, una amplia confirmación. En las subastas de primera línea realizadas en este último mes en Buenos Aires se vendieron unas cuatrocientas obras de escuela argentina, por valor de 1,7 millones de dólares. Si a ese volumen de ventas le adicionamos los 1,1 millones obtenidos en este mismo lapso por las 29 pinturas y esculturas de autor argentino subastadas en los recientes remates de arte latinoamericano celebrados en Nueva York, cerramos para el arte nacional un brillante mes de noviembre con 2,8 millones de dólares en caja.

Hasta aquí “las luces” del mercado, aunque también debemos prever un espacio para “las sombras” que siempre acotan el optimismo cuando de este mercado hablamos. Para lograr este importante volumen de ventas, las casas que operan el rubro en nuestra ciudad convocaron en el mes que tratamos nada menos que a 17 jornadas de subasta, en las que pusieron sobre tarima unas 1.200 obras de autor nacional. Los resultados obtenidos no nos permiten hablar de más de un 25% de efectividad, lo que da una clara idea de una oferta que supera con creces, aquí y ahora, las reales posibilidades de la demanda. Los operadores, que deberían actuar como correctores de esta situación, hace tiempo que han abdicado de su rol de reguladores de la relación entre oferta y demanda.

La plaza entra ahora en sus últimas jornadas, que este año resultarán inéditamente extendidas hasta las vísperas de Navidad. Necesidades de programación, requerimientos de caja, y el excesivo número de empresas de subastas en activo, fuerzan a ocupar fechas que hasta ahora estaban fuera de las prácticas usuales del mercado.

Subastas de noviembre
Los resultados más significativos de las ventas del pasado mes están consignados en el cuadro que hemos preparado, y que encabeza una soberbia figura de Antonio Berni que logró un precio, tal vez menor a los registros históricos para este tipo de obras, pero muy adecuado a las circunstancias del momento.

A destacar las buenas perfomances en Nueva York de las obras de Roberto Aizenberg, consolidando el record alcanzado en las subastas de mayo pasado, y de Florencio Molina Campos, resaltando así, definitivamente y desde el mercado, las excelencias de un artista por tantos años postergado por cierta crítica y cierta museología.

Se sostuvo en estos remates la tendencia positiva hacia las expresiones del arte contemporáneo, aunque ello no fue en desmedro de las buenas obras de grandes maestros. En ambos casos, la correcta tasación resultó ser el factor decisivo para que el sector de la demanda resolviera la operación, a mano alzada.

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VALORES MÁS ALTOS EN LAS SUBASTAS DE NOVIEMBRE DE 2009

Autor - Título - Medidas - Lugar de venta - U$S

A) EN BUENOS AIRES
BERNI, Antonio - Filomena Galván - 116x81 - Martín Saráchaga - 77.350
XUL SOLAR - Drama Teatri - 32x46 - Arroyo - 70.000
QUINQUELA MARTÍN, B. - Escarcha en la Boca - 90x100 - Arroyo - 55.000
GRECO, Alberto - Un regalo de América - 105x83 - Arroyo - 48.200
BADII, Líbero - El alma (esc.bronce) - alt.50 - Arroyo - 44.840

B) EN NUEVA YORK
KUITCA, Guillermo - Sin título (Man) - 141x194 - Christie’s - 92.500
GUTTERO, Alfredo - Figura de mujer - 56x46 - Christie’s - 86.500
AIZENBERG, Roberto - Pintura - 79x45 - Christie’s - 86.500
AIZENBERG, Roberto - Pintura - 100x75 - Christie’s - 74.500
MOLINA CAMPOS, F. - Familia de negros - 32x49 - Sotheby’s - 65.500

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Fuente: CONSULTART/dgb