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Hasta el 3 de diciembre, la galería Arte x Arte, Fundación Alfonso y Luz Castillo (Lavalleja 1062), dedica la totalidad de su espacio, de 1.800 m2, a la muestra Intersecciones: tecnología, naturaleza, subjetividad dedicada a los nuevos medios y curada por Jorge Zuzulich.
Son 30 propuestas con obras sonoras, videos, video instalaciones, instalaciones interactivas, fotografía digital, animaciones, robótica, que confirman la hibridación de los medios artísticos y ponen en escena la búsqueda y el placer por la creatividad que tienen tanto el arte como la ciencia.
Imagen, sonido y movimiento en este atractivo “parque temático” en donde cada piso de la galería despliega uno de los tres ejes temáticos de la muestra. Tal como señala el curador, la muestra explora “la relación que se estable entre tecnología y naturaleza, (…) produciendo un particular corrimiento en la forma en que ésta es habitualmente entendida… Asimismo, el segundo núcleo permite la reflexión sobre la manera en que las tecnologías operan sobre la construcción de la subjetividad. (…) El último eje focaliza en la constitución de un espacio puramente tecnológico como lógica de interpelación al sujeto”.
Aún cuando el romance con las posibilidades de la tecnología es central en esta exhibición, también es notoria la memoria visual de artistas de generaciones anteriores. Mientras que la instalación electrónica interactiva con sonido de Marina Zerbarini, Calor, Vapor, Humedad. Turner en el S.XXI , cita al artista inglés y la animación audiovisual de Max Gómez Canle -con un video juego similar al Tetris que no juega- remite a Roberto Aizenberg, la proyección de Alejandro Schianchi convoca al artista Joseph Kosuth y su emblemática obra Una y tres sillas (1965) (compuesta por una silla plegable de madera corriente, una gran foto de esta silla y una definición de silla tomada del diccionario) y la instala en el mundo virtual Second Life; el espectador ve el registro doblemente ya que la instalación se refleja también en un espejo.
Aún cuando lo conceptual sigue teniendo relevancia, como en Paranoia, la video instalación interactiva de Mookie Tenembaum, cuyos “ojos” reemplazan a las estrellas de la bandera norteamericana y siguen los movimientos del espectador, la poética es la técnica, como puede verse incluso en la obra interactiva de IQLab (escultura minimalista con radio que cambia de frecuencia de acuerdo al desplazamiento del observador).
La técnica no destruyó al arte, como temían algunos. Potenció algunas sensaciones y sentimientos como se verifica en los cuerpos agitados de Silvia Rivas, en los paisajes de Andrea Juan, en los sonidos de Diana Schufer. El cruce de ciencia, técnica y arte sirve incluso para debatir cuestiones políticas como la propiedad del agua en la obra “Causes públicos y privados” de Proyecto Untitled. El Proyecto Biosfera de Joaquín Fargas, vinculada a la naturaleza une varios saberes y contribuye a expandir los límites del arte; hasta el 4 de diciembre.