Con alrededor de 60 obras, los artistas exhibidos van desde los precursores británicos –Robert Hamilton, Richard Lindner- y estadounidenses –Jasper Johns, Robert Rauschenberg y Claes Oldenburg, hasta artistas del Nuevo Realismo, la Nueva Imagen –James Rosenquist-, la Figuración Narrativa –Gilles Aillaud y Eduardo Arroyo- y el realismo crítico que está presente con el Equipo Crónica y el equipo valenciano Realidad.

En el marco de una cultura de masas, el pop art echó mano a lo que de ella provenía. Especialmente en el pop inglés y americano, el pop trabajó tomando distancia de lo propiamente pictórico para lo cual la serigrafía le ofrecía una forma de producción mecánica que lo alejaba de aquello. La recurrencia al collage, al universo del comic y de la televisión y, por supuesto, de la publicidad, fueron sólo algunas de sus características sobresalientes.

Un ojo acostumbrado a este pop puede dudar acerca de si las obras expuestas pertenecen a este universo artístico. Lo cierto es que la exposición versa sobre una concepción amplia de pop art con un especial énfasis en los artistas españoles influidos por esta tendencia artística. De aquí que se incluyan obras cuya técnica es óleo sobre tela y cuyas imágenes representadas nos dejen pensando qué tendrán de pop; es el caso del Robinson Crusoe de Eduardo Arroyo o Salto (1983) de Richard Bosman. Por esta razón, la exposición debe ser vista desde una visión amplia acerca del significado de lo pop.

La obra de John Baldesarri “Miradas cruzadas” es una serie de 7 fotogramas de película intervenidas con lápiz rojo y montadas sobre cartón pluma en cuya imagen el artista traza líneas de acuerdo al juego de miradas que se plantean en la escena. De Richard Prince, S/T (vaqueros), 1986, la fotografía de una fotografía de una publicidad de Malboro revela la luminosidad exagerada y el grano de la imprenta. En estos ejemplos, vemos cómo en el pop la misma reproducción técnica se convierte en significación.

En la obra Hogar dulce hogar (1972) de Equipo Realidad, “La utilización del soplete, el recorte propio de la gráfica, el uso del color plano como en publicidad”, son algunos elementos que la encuadran dentro del pop, explica María José Herrera, Curadora del MNBA.

De Richard Hamilton puede verse la irónica “El crítico ríe” (1972), una obra que problematiza la relación objeto/imagen/referente, al ubicar el objeto prótesis dental y, a su lado, su ilustración, es decir, su representación plástica. Es un gesto similar, recuerda Herrera, al que Kosuth había realizado en 1965 con Tres y una silla, imbuidos, ambos, en un clima de teoría estructuralista.

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Más info
Hasta el 22 de noviembre
MNBA, Av. del Libertador 1473, Recoleta