Las subastas del bimestre septiembre-octubre, programadas tras el relativo freno que el receso invernal pone al discurrir de la temporada, suelen ser de gran importancia para el planeamiento de las ventas de noviembre, mes en el que tradicionalmente se realizan las operaciones mayores del mercado del arte.
De los resultados de estos meses que consideramos dependerán, en buena medida, las decisiones que adopten los vendedores, en orden a poner en plaza sus obras más relevantes. La dimensión en cantidad, y aún más en calidad, que asuma la oferta, en un mercado reducido como es el nuestro, resultará fundamental para que las empresas que operan en este sector de las subastas alcancen a poner un broche razonable a un año que se presentó indisimulablemente contraído. Con una demanda que se ha manifestado estable, pese a los avatares de signo negativo que marcaron tanto al ámbito internacional como al local, afectando a la vez los espacios económicos y políticos, le cabe a la oferta ser la única variable capaz de poner números positivos en los cierres de los balances del mercado.
El esfuerzo de las subastadoras deberá concentrarse en conformar esta oferta, pero no sólo en dimensión, como está sucediendo actualmente en nuestro ámbito, en el que claramente se advierte una peligrosa tendencia a saturar los catálogos con obras que carecen de interés, y que muchas veces cuentan incluso con reiterados y estériles pasajes por las tarimas. Tampoco es el caso de forzar positivas decisiones de los remitentes accediendo a exigencias económicas excesivas que ponen a las obras en situación de “fuera del mercado”.
Ejercer una didáctica del realismo y del equilibrio deberá ser, ahora más que nunca, y frente al rol decisivo que ha asumido la oferta, una responsabilidad indeclinable de los operadores. Porque la demanda siempre estará allí, atenta y expectante, y bien resuelta a no dejar pasar ninguna obra que movilice su interés.

Las subastas de Buenos Aires
Buen ejemplo de lo señalado dieron en septiembre subastas como las ofrecidas por Naón y Arroyo. Como puede verse en la planilla de resultados que acompaña esta nota, obras de Fader y de Quirós la encabezan con valores alcanzados a partir de bases que, en estos casos que citamos, se situaron en niveles cercanos al 50% del precio final. La conjunción entre obras de primer nivel, con bases atractivas y razonables para el momento, dieron como resultado el éxito que señalamos.

La presencia en esta suerte de “cuadro de honor” del mercado de nombres como Quinquela Martín, Soldi, Molina Campos, Figari o Berni, no son precisamente sorprendentes y confirman una clara tendencia de la plaza. La inclusión de una escultura en el listado es mérito exclusivo de la calidad de la obra de un maestro como Antonio Pujía, y puede interpretarse como un reconocimiento más que le hace el mercado. La obra de Santiago Cogorno, vendida en la subasta a beneficio de la Asociación de Amigos del Museo Sívori, es nuevo e inesperado record para este artista.

........................................................................................................................................
VALORES MÁS ALTOS EN LAS SUBASTAS DE SEPTIEMBRE DE 2009
Autor - Título - Medidas - Lugar de venta - U$S
FADER, Fernando - Fin de invierno - 90x110 - Naón - 105.375
FADER, Fernando - El estanque - 80x100 - Naón - 103.130
QUIROS, Cesáreo B. - En plena selva (Montiel) - 100x115 - Arroyo - 49.500
MOLINA CAMPOS, F. - auchos polo playing - 32x49 - Naón - 42.600
PUJIA, Antonio - La columna de la vida - alt.148 - Naón - 32.390
FIGARI, Pedro - La ayudanta - 40x60 - Arroyo - 25.790
SOLDI, Raúl - Figura femenina - 56x45 - Arroyo - 18.635
PIERRI, Duilio - Mosca gigante (N.York) - 170x150 - Azur - 16.475
QUINQUELA MARTÍN - Riachuelo - 50x60 - Arroyo - 16.305
COGORNO, Santiago - Figura femenina - 70x55 - M.Sívori - 14.810
..................................................
Fuente: CONSULTART/dgb