En ella, como en muchas de las muestras actuales, se evidencia una profunda experimentación visual que articula a todas y cada una de las obras expuestas hablándonos del carácter multi e interdisciplinario con el que los artistas contemporáneos se manejan al momento de concretar la obra. Este gesto, que arrastra ya un siglo en la historia del arte, es tomado por Sandro Pereira y Virginia Vitar para resolver un conjunto de piezas que no cesan de nombrar algunos de los posibles desdoblamientos. Con un muy buen montaje e iluminación, las obras parecen dilatarse en dos de las salas del edificio.

Pereira, con su ya conocida propuesta autorreferencial, nos dice su mirada y la de los otros teniendo muy en claro el entramado simbiótico entre obra y marco epocal. Estas piezas nos refieren al imaginario colectivo mostrándonos no solo la refutación de cánones y modas desde su imagen corporal sino además desde el diálogo implícito que establece con algunos íconos claves. Sus ideas fluctúan a través de objetos, grabados y mixtas a modo de instalaciones destacándose la obra Cupido y I love cadillal.

Por su parte Vitar nos dice una mirada de mayor introspección; sus figuras femeninas se entretejen con trazos orgánicos para confluir en seres híbridos plagados de metáforas. Sus obras oscilan entre el neoconceptualismo y el neopop a la vez que entre el objeto, la pintura y el dibujo.

Esta muestra de muy buen nivel presenta un gran acierto: desdoblar las posibles evidencias, resemantizar constantemente lo que, en apariencia, posee un sentido ya instalado y la pista esta, quizás, en la pregunta que da el nombre a la muestra. Nosotros, los receptores, ¿podremos dar con ella? Estos artistas, formados en la Facultad de Artes UNT, actualmente han instalado su producción en Buenos Aires donde, en especial, Pereira ha logrado una buena articulación con el mercado.

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Más info
Del 28 abril al 20 de mayo. Centro Cultural Virla,
25 de Mayo 265, 1º Piso - San Miguel de Tucumán