Ya es tradicional que nuestra primera entrega del año contenga una cierta dosis de expectativas negativas que, afortunadamente, hasta ahora se fueron diluyendo a medida que las convocatorias se sucedían y los martillos dispersaban los lotes en oferta. Pero este año la combinación de la situación económica internacional y el estado de cosas político y económico local, no nos deja un margen significativo para ejercer el optimismo.
No obstante, nuestra fe en las bondades del arte como inversión a mediano o largo plazo, exenta en buena medida de los distorsionantes factores de la especulación, nos permiten imaginar que una luz, aunque tenue y vacilante, nos aguardará al fin del túnel a recorrer a lo largo de la temporada.

Veamos en los resultados de 2008 algunas razones que apuntalan nuestra tesis esperanzada. Hasta mediados de septiembre pasado, cuando las pantallas de los operadores financieros del mundo se pusieron al rojo vivo, las cifras de nuestro pequeño mercado local de arte argentino, en su segmento medible, es decir, en el ámbito de las subastas, venían avanzando a un ritmo francamente bueno. Apenas unos escasos puntos por debajo del 2007, que con sus 15.7 millones de dólares en ventas ha sido hasta el momento la temporada record. Pero el último trimestre, tradicionalmente el que concentra las mejores ventas, debió realizarse en medio de altibajos económicos y políticos que hicieron temer por escenas de catástrofe. Sin embargo, el año cerró con un total de ventas en Buenos Aires del orden de los 14,1 millones de dólares, es decir, apenas un 10% por debajo de las cifras de 2007. Siguiendo también con lo que es nuestra metodología habitual, si a estas cifras logradas en las tarimas porteñas le sumamos las ventas alcanzadas por obras de autores argentinos en las subastas latinoamericanas de Nueva York, tuvimos para 2007 un volumen adicional de 5,8 millones de dólares, es decir, un total para ambas ciudades de 21,5 millones, cifra que, como hemos dicho, es record absoluto hasta el momento para una temporada. En 2008, las ventas de Nueva York aportaron aún más, llegando a los 7,1 millones de dólares, y haciendo de este modo que la cifra final del año llegara a los 21,2 millones.

Comparando este total del año pasado con el correspondiente al de 2007, el descenso fue de tan sólo un irrelevante, aunque engañoso, 1,5 %.

La pregunta clave es entonces “¿qué sucedió en Nueva York?”, ya que fue en esta ciudad donde se concretaron las operaciones que definieron el año. La respuesta hay que buscarla por el lado de una demanda que, por primera vez, se integró más con adquirentes extra-argentinos que con el reducido grupo de compatriotas que, residentes en nuestro país o miembros de la diáspora local, concurren puntualmente a las convocatorias de las dos grandes casas que monopolizan el mercado internacional.

De las 111 obras de autor argentino que se vendieron en Christie’s y Soheby’s en 2008, estimamos que sólo un 20% de ellas tomó el camino de regreso a Buenos Aires, revirtiendo así, y en un tono más que positivo, lo que era lo habitual en estas subastas.

En el bienio 2007/2008 pudimos hablar así, finalmente y más allá de las buenas intenciones y del voluntarismo pretérito, de un cierto mercado internacional para nuestro arte, que mucho deseamos se mantenga y crezca.

La temporada que se inicia
Las escasas subastas realizadas en Buenos Aires hasta el momento de preparar este informe no posibilitan vislumbrar una tendencia firme que nos acerque a una definición de lo que podría llegar a ser la actual temporada. Tampoco son claras las señales que nos llegan del mercado internacional. Si nos alumbramos por las luces que dejó la subasta en París de la colección Yves Saint Laurent, en la que se recaudaron inimaginables 484 millones de dólares en cinco jornadas de martillo, a renglón seguido entramos en sombras con la difusión de las recientes cifras del Indice Mei Moses. El informe dado a conocer el pasado 6 de abril por los responsables de esta herramienta de medición del mercado del arte señala una caída del 35% en el volumen de ventas del primer trimestre del año, en relación a igual período de 2008.

Trasladar estas primeras impresiones a nuestro mercado es algo más que aventurado, pero no obstante hay líneas que quedan marcadas. La oferta deberá reducirse, tanto en número de lotes como en valores de salida, a efectos de convocar a una demanda que se manifestará más exigente en calidad y menos generosa a la hora de concretar adquisiciones. Son términos duros de aceptar por los operadores, no lo ignoramos, pero igualmente duros son los tiempos que corren. Y en los mercados no cabe el mirar atrás, nostalgiosamente, sino sólo el asumir lo factible como única realidad viable. Las fantasías pueden inspirar a los artistas, pero no mueven los martillos.

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2008 - LOS VALORES MÁS ALTOS DEL ARTE ARGENTINO
Autor - Título - Medidas - Lugar de venta - Fecha - U$S
I. SUBASTAS DE BUENOS AIRES
1) PETTORUTI, Emilio - Sol de mañana - 60x81 - Martín Sarachaga - Abr 08 - 302.670
2) PALLIERE, Juan León - Damas porteñas - 50x64 - Bullrich, Gaona y Wernicke - May 08 - 229.215
3) DISTEFANO, Juan C. - Lucha - 170x230 - Banco Ciudad - May 08 - 165.856
4) PETTORUTI, Emilio - Arlequín adolescente - 33x36 - Arroyo - Nov 08 - 156.940
5) DE LA CARCOVA, E. - Crisantemos en jarrón - 93x74 - de París - May 08 - 145.730
II. SUBASTAS DE NUEVA YORK
1) PETTORUTI, Emilio - El cantor - 81x60 - Christie's - Nov 08 - 782.500
2) PETTORUTI, Emilio - La señorita del sombrero verde - 56x48 - Sotheby’s - May 08 - 629.000
3) DE LA VEGA, Jorge - Billiken - 162x162 - Christie’s - Nov 08 - 422.500
4) QUINQUELA MARTÍN, B. - Puertos de Buenos Aires - 116x168 - Sotheby’s - May 08 - 421.000
5) DE LA VEGA, Jorge - Doble emplazamiento - 97x130 - Sotheby’s - Nov 08 - 326.500
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Fuente: CONSULTART/dgb