Nahuel Vecino (Buenos Aires, 1977) acude nuevamente a la pintura y al oficio de la pintura en Pompeya, la muestra en el Centro Cultural Recoleta que reúne más de 20 enigmáticas pinturas y 50 obras sobre papel.
Los personajes de las piezas de Vecino, que comenzó a exhibir individualmente en 2001 en Belleza y Felicidad, suelen aparecer con atuendos algo pasados de moda y tienen sus ojos bien abiertos, dirigiendo sus miradas hacia algo impreciso que está fuera del cuadro. Asimismo, se presentan con un gesto azorado, con una permanente mueca de descreimiento pintada en la boca.
Las figuras representadas parecen percibir algunas cosas que eluden al observador. Según el bagaje cultural y el estado anímico, el secreto de las imágenes habitadas por estos estupefactos protagonistas, con miradas entre beatíficas y espantadas, se intuye tan maravilloso como atroz.
¿Los retratos de Nahuel Vecino reproducen los gestos de sorpresa, que seguramente cubrieron los rostros de los habitantes de Pompeya ante la avalancha de lava del monte Vesubio que enterró a la ciudad de la Antigua Roma en el año 79? ¿O refleja la expresión de continuo asombro del talentoso artista ante las múltiples posibilidades que ofrece la pintura?

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Info:
Cerró el 29 de septiembre, en el Centro Cultural Recoleta