Las imágenes, en un austero blanco y negro, poseen una calma singular y un carácter prácticamente intemporal. Nos hablan de un trabajo que subsiste en espacios ajenos a la mirada cotidiana, nos introduce en zonas residuales de la sociedad industrial, en sus oscuridades y sus márgenes.
Allí, en ese ámbito que por desconocido parece de ficción, el artista nos propone adentrarnos en la vida de sus habitantes, internarnos en su realidad. A pesar de las distancias, las escenas tienen repercusiones locales para quien percibe el abnegado trabajo de quienes asumen en nuestra sociedad las tareas de reciclaje. Santander humaniza esa labor anónima, le da rostros, emociones, domesticidad. Cada imagen traduce un mundo personal y comunitario, retrata a sus modelos como retrata a la sociedad.

Info: Hasta el 3 de agosto, en la Fotogalería
del Teatro General San Martín, Av. Corrientes 1530