El punto de partida de la revisión histórica, académica y crítica es 1968, fecha de la “Masacre de Tlatelolco” que dejó cientos de muertos entre los estudiantes que manifestaban en la Plaza de las Tres Culturas a pocos días de la inauguración de los Juegos Olímpicos. Incluye la crisis social y política que culminó con el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas en enero 1994 y la crisis financiera del país a fines de 1994, conocida como “efecto tequila”.
El título de la muestra, proveniente del Museo Universitario de Ciencias y Arte de Ciudad Universitaria (MUCA Campus) y curada por Cuauhtémoc Medina, Olivier Debroise, Pilar García de Germenos y Álvaro Váquez Mantecón, retoma la declaración de un rector de la UNAM que tras la matanza de Tlatelolco declaró: “¡Viva la discrepancia!”
La exhibición se articula en nueve secciones y se inicia con un video donde se ve a un joven José Luis Cuevas pintando con otros un mural efímero en la calle. Luego, la muestra examina el “Salón Independiente (SI)” impulsado a partir de 1968 por algunos artistas para independizarse de la líneas artística alentada por institutos oficiales. “Mundo Pánico” exhibe expresiones contraculturales, como las generadas por Alejandro Jodorowsky, que no eran tenidas en cuenta como artísticas, mientras que “Sistemas” discute el concepto de “geometrismo mexicano” y exhibe la voluntad de experimentación como se observa en la pintura de Vicente Rojo, Kazuya Sakai, entonces en México. “Márgenes Conceptuales” marca la colaboración de artistas mexicanos en el Fluxus británico y el film de Ulises Carrión en Ámsterdam, en tanto que “Estrategias Urbanas” está dedicada a colectivos de activistas visuales.
“Insurgencias” acentúa la jerarquía de la fotografía documental y cubre la guerrilla centroamericana y “movimientos urbanos, identidades sexuales, grupos indígenas que (…) reemplazan, para la izquierda, a la clase obrera como sujeto revolucionario”. El “neomexicanismo” y los mitos de identidad sexual y cultural es replanteado en “Identidad como utopía”, a través de pinturas de los 80. Las piezas de “La expulsión del paraíso” cuestionan la hegemonía de la cultura occidental y revalorizan el imaginario indígena. En “Intemperie”, en la sala 3 del primer piso y en la terraza, se explora la exitosa vertiente neoconceptual en los 90.
Así, se puedez ver el ambiguo “Cuauhtemoc” (con bíceps de gimnasio) de Javier de la Garza, hasta objetos que integran el “museo de Salinas de Gortari” (el desprestigiado presidente mexicano que gobernó entre diciembre 1988 y noviembre de 1994, denostado por corrupto), pasando por las más recientes prácticas artísticas como las de los renombrados Teresa Margolles, Santiago Sierra, Francis Alÿs, Carlos Amorales.
La muestra, más reducida que la original y con mucho video y documentación, es acompañada de un valioso libro de 500 páginas.

Info: Hasta el 11 de agosto, en Museo Malba,
Av. Figueroa Alcorta 3415