Basel. En todas partes se cuecen habas. Tres semanas antes de abrir sus puertas, la feria más importante del mundo registró el éxodo de su directora artística la francesa Sophie Rabinowitz, que presentó su renuncia indeclinable al resto del equipo integrado por Annete Schonholzer y Marc Spiegler.
Los nombres dicen poco a la audiencia selecta de artBasel, acotumbrada como ha estado en los últimos ocho años al estilo glamoroso de Sam Keller (42) el tipo más popular del ambiente del arte, dueño de una energía arrolladora, que ha llevado la feria fundada por un grupo de marchands en Basilea, la tierra de los laboratorios, a todos los confines del planeta donde exista un coleccionista de arte serio. Se han necesitado tres para reemplazar a uno y, además, en medio de la batahola la señora Rabinowitz, la intelectual del trío, ex editora de la influyente revista Parkett, ha pegado el portazo. Nadie sabe por que. Sin embargo, artBasel sigue con su rumbo imbatible: alto coleccionismo y piezas de museo. La fórmula se combina con el aura de garantía que otorga la cuna de la banca y, sobre todo, del secreto bancario. A casi cuatro décadas de su creación, el relojito suizo ha vuelto a dar la hora puntualmente, con más de cien millones de dólares vendidos en cinco días.
Obras de Ernesto neto, Louise Bourgeois, León Ferrari, Andreas Gursky, Doris Salcedo, Demian Hirst, Pablo Picasso y Robert Rauschenberg ya tienen nuevo dueño. Gente que se mueve por el mundo en jet y que ha llenado las arcas de Netjet la compañía que lleva por el mundo a los coleccionistas de arte más encumbrados. Aunque es posible que el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del club de fútbol Chelsea, haya aterrizado en su propio avión para comprar en la galeria Krugier un Giacometti de 14 millones de dólares.
UBS, en la edición 39, dobló la apuesta e invitó a su clientela a un lounge VIP con un catering innovador de pequeños manjares, más un catalogo con las obras del UBS art banking y libros firmados por Tim Eitel en vivo y en directo .
Orly Benzacar fue la única participante argentina en la exigente vidriera Suiza, donde se presentan mas de 1000 candidatos y son aceptados sólo 300. A diferencia de ediciones anteriores, los coleccionistas argentinos brillaron por su ausencia, pero la galerista argentina ha extendido sus área de influencia mas allá de nuestras fronteras y rápidamente conquistó el interés de los compradores con una selección elegida con el corazón y pensada con la cabeza, León Ferrari, Liliana Porter, Jorge Macchi y Adrián Villar Rojas.
Sí estuvo presente en artBasel Manuel Cancel, exquisito artista argentino radicado en Paris, que visito con el equipo de la Pace Gallery de Nueva York la muestra de Fernand Leger en la Fundacion Beyeler, nuevo dominio de Sam Keller. Alli estaba el suizo de cabeza rapada, vestido terciopelo marrón con sus típicas running shoes bien gastadas, atendiendo cómo sabe hacerlo a su selecta lista de invitados.