La introducción de las nuevas tecnologías dentro del campo del arte, posibilitó la aparición del cuerpo del espectador como parte integradora de la obra en tiempo real. Esta vertiente de trabajo se acentúa con la aparición de la digitalidad. La cuestión vinculada a la interactividad aparece allí planteada.

En este sentido, Emiliano Causa y Andrés Sosa, vinculados al Grupo Biopus, señalan: “En los últimos años asistimos a cambios vertiginosos en el campo de la Interacción Humano/Computadora. En un vistazo rápido se puede ver un avance en paralelo en tres campos de acción: 1) el de la Interface, 2) el de la Conectividad y 3) el del Comportamiento de los Sistemas”.
Estos cambios en el modo de concebir las obras a partir de las tecnologías que las constituyen han provocado una fuerte redefinición de las mismas, diferenciándolas de las obras tradicionales. “La construcción de obras como sistemas remite a la idea de organismo con su propia energía interna alimentada por la acción de un actor, que junto a las reglas de juego configuradas en programas y algoritmos, determinan la armonía de sus formas y dinámica de su evolución. El artista establece “condiciones iniciales” para la evolución posterior de la forma del sistema, siendo redefinida la idea de control sobre la obra al tornarse impredecibles sus variables formales”, reflexiona Mariano Sardón, artista y físico, quien ha producido con su trabajo un espacio de confluencia entre arte, ciencia y tecnología.
Estos cambios que vienen desarrollándose aceleradamente en el campo de la producción artística, han generado opiniones contrarias frente a cierto sentido celebratorio, que se desprende de las ideas expresadas en párrafos precedentes.
“La fascinación por una nueva tecnología no creo que vaya de la mano con la expresión artística necesariamente.”, desde esta posición crítica, Alejandro Schianchi, habla de su obra premiada en Telefónica: “es una pretendida reflexión sobre el uso indiscriminado que siento que se hace de las nuevas tecnologías en relación al arte y esta palabra “interactividad”, que para mi son de esas que se ponen de moda y ya se pueden usar en cualquier ámbito y de cualquier forma. (…) poder reflexionar un poco más sobre este uso en función de una necesidad de un artista en generar una obra y no de hacer una obra en función de una supuesta nueva tecnología.”
El debate parece estar abierto. Seguramente va a seguir instalándose en el discurso de los artistas y en la propia productividad de las obras en una era en la cual la tecnología parece colonizar todas las esferas de la vida del hombre.

Sitios recomendados:
www.marianosardon.com.ar
www.proyecto-biopus.com.ar
www.leonunez.com