Horacio Silvestri esboza rasgos de lo cotidiano con atractiva sutileza. Sus pequeños dibujos siempre realizados sobre páginas de libros proponen descubrir lo que hay detrás de lo obvio y el planteo de las formas cobra otra dimensión al estar reducido a líneas y planos de color donde el detalle pone en evidencia el todo. La plácida siesta de un perro en el jardín, un pocillo abandonado en una cocina despojada, un cuerpo descansando en la desnudez de la soledad, son algunas de las imágenes de esa inquietante intimidad que construye el artista desde la insinuación. Brancusi escribió: “Cuando más simples son las cosas, más a flor de piel está su sentido profundo”. Justamente, la obra de Horacio Silvestri está signada por la intención de un dibujo esencial y su trabajo está desarrollado con solvencia en una producción tan potente como coherente.
Nicolás Meza crea personajes definidos con un trazo interesante por la exactitud de su composición pero especialmente por lo textual de su obra. “El dibujo de ilustración es un arte particularmente interesante porque trata la interpretación del artista sobre la obra literaria; ésta conjunción da al lector-espectador un círculo perfecto de comunicación” escribió Oscar Sánchez Nelly respecto a la obra de su alumno.
Andrés Bancalari está al frente de este espacio, que en el tiempo que lleva se convirtió en la propuesta contemporánea más interesante de la ciudad. De hecho, por ahí pasaron los principales referentes locales y visitas como Patricio Gil Flood, Andrés Paredes y Laura Spivak, entre otros. Además, es bueno recordar que ese proyecto fue seleccionado para el Barrio Joven de ArteBA 2007 permitiéndole consolidar la idea desarrollada junto a Jorge Tirner y Diego Figueroa como así también la merecida proyección a un trabajo realizado con profesionalidad.