Y durante el mes de abril, fue la vereda de la esquina de Cerrito y Diagonal Norte la que se transformó en soporte del trabajo de este reconocido artista que, invitado por la empresa Movistar para participar en su campaña institucional “Somos más, podemos más”, desplegó en el pavimento un enorme y multicolor pozo en el que una tropa de hormigas construía un puente con hojitas para simbolizar la fuerza del trabajo en comunidad.
El 18 de abril se realizó la presentación de la obra, y la persistencia del humo que cubrió a Buenos Aires por esos días, no desalentó a los curiosos peatones que se acercaron a ver la obra, en la que el artista había estado trabajando cuatros días antes. También estuvieron presentes funcionarios del gobierno de la ciudad, artistas locales y representantes de Movistar.
La obra llamo tanto la atención, por su magnífica integración al espacio. La gente tenía la sensación de que podía adentrarse en ese colorido pozo de tiza. Es que Beever, utiliza para sus dibujos una técnica llamada anamorfosis, que crea una ilusión óptica que desafía las leyes de la perspectiva. De modo que el espectador tiene la sensación de introducirse en la obra y formar parte de ella.
De 47 años, Beever también pinta murales y réplicas de trabajos de grandes maestros del arte y trabaja en publicidad y marketing. Entre otros países, ha realizado obras en Reino Unido, España Bélgica, Francia, Holanda, Alemania, Estados Unidos y Australia. Durante los cinco días que estuvo en Buenos Aires, en contacto permanente con el público que se acercó a observar el desarrollo de su obra, el pintor británico trabajó un promedio de diez horas diarias al aire libre hasta finalizar. Luego, poco a poco se fue disolviendo, con los efectos del tiempo y el vertiginoso trajinar urbano.