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En coincidencia con los festejos del día del escultor, 6 de marzo, distintas exposiciones de escultura invaden el circuito porteño. Entre ellas cuatro muestras que plasman distintos momentos históricos de dicha disciplina: Pablo Curatella Manes y Antonio Sibellino, por un lado, y Pablo Dompé y Xavier Mascaró, por otro. Cuatros visiones a comienzos de dos centurias, siglos XX y XXI.
La nueva sensibilidad
De la mano de Curatella Manes (1891-1962) y Sibellino (1981-1960), la modernidad en la escultura ancló en nuestro arte. Formados en Europa a comienzos de la década del 10, ambos escultores fueron imbuidos por el clima cubista y futurista de aquel momento. Son casi 30 obras de la colección del MNBA que datan desde 1920 hasta mediados de 1950. A lo largo de tres décadas la exposición muestra las rupturas y continuidades de sus obras. Es notorio en la escultura de Curatella Manes la forma facetada de los volúmenes con cuyo procedimiento el artista buscó articular los planos junto a los efectos lumínicos que producían dichas formas. El guitarrista (1921) es un ejemplo de ello como también de la influencia que ejerció en su obra, la relación con Juan Gris. De Sibellino la exposición muestra su obra realizada en relieves, Crepúsculo y Salida del Sol, ambos de 1926, con cuyas obras se marca el comienzo de la abstracción en la escultura argentina. De éste último también pueden apreciarse algunas de las cabezas y bustos que realiza hacia el final como la famosa La mujer del sombrero (1947).
Organicidad palpable
Las esculturas de Pablo Dompé se encuentran en el cruce de dos caminos. Por un lado, utiliza el material con mayor carga histórica dentro de la escultura, como lo es el mármol, pero por otro, ronda sobre éste buscándole una forma que de cuenta del hoy, es decir, de cuáles son los problemas formales con los que su disciplina se enfrenta. Sus figuras pueden ser consideradas “ambiguas” dado el difícil o imposible reconocimiento de ellas; esto puede verse en Portal y Recuerdo, por ejemplo. En estas y otras obras se sostienen, compositivamente, principios propios de la escultura, ejes, equilibrios, ritmos y un particular trabajo de las superficies, texturas brillantes u opacas, a veces combinadas.
Objetos culturales
El artista español Xavier Mascaró se vale en sus obras de la utilización del hierro. Material recurrente en la obra de otros españoles como Eduardo Chillida en Mascaró adquiere una dimensión singular. Recurriendo a técnicas de trabajo tradicionales, Mascaró funde el hierro al que posteriormente moldea y suelda. Con este retorno a una forma de trabajo hoy casi nula, el artista se distancia del uso que otros españoles hicieron del hierro. En su exposición presenta obras donde combina al hierro junto a materiales disímiles, como cristal, estaño y tela. Sus “objetos culturales”, título de la serie expuesta, “permiten entrever las huellas del caos, de la catástrofe y de la ausencia, pero siempre impregnadas de un aire totémico”, tal como lo describe Antonio Prats en su prólogo.
Info:
Curatella Manes y Antonio Sibellino.
La nueva sensibilidad
Hasta el 20 de abril, en Av del Libertador 1473.
Pablo Dompé. Organicidad Palpable
Hasta el 30 de marzo,
en Centro Cultural Recoleta, Junín 1930.
Xavier Mascaró. Esculturas y dibujos
Hasta el 30 de marzo,
en Centro Cultural Recoleta, Junín 1930.