En Fantasmas las obras parecerían dialogar sobre cuestiones como la relación entre lo material y lo intangible, la manipulación de la mirada a través de ciertos dispositivos como la luz o su ausencia, la conciencia sobre el tiempo que transcurre - los videos de Mauro Guzmán, Trilogía del Terror - y Ruy Krygier, Las primas de Mercury, tienen una duración de 47’ y 27’ respectivamente, o la pérdida de la referencia temporal, por ejemplo en la obra de E. Ballesteros -podríamos contemplar eternamente esos pequeños aviones volando-.
La instalación de Daniel Joglar, La Brevedad del Arco Iris, sitúa a los espectadores detrás de unas vallas para observar con algo de distancia una sala abigarrada de pupitres abandonados, acumulados, ruinosos, iluminados tenuemente por lámparas de diseño. Decenas de sillas universitarias en desuso, se amontonan inscriptas en un contexto específico: el ámbito escolástico. El tiempo, tan intangible como el alma, parece capturado entre cuatro paredes.
En la experiencia de Ernesto Ballesteros, Aeromodelismo Indoor los aviones planean silenciosamente dentro de corrientes invisibles, todos observamos el espectáculo como un prodigio.
Rolando Cladera expone una pintura al óleo de gran formato, S/T. La impactante iluminación plena sobre la obra, nos puede hacer suponer que se trata de un backlight. La pintura es la visión de una parcela de ciudad dominada por un rascacielos cubo-futurista que termina volviéndose especularmente sobre si mismo. El muro que la contiene funciona a la distancia como marco preciso, pero al aproximarnos se vuelve un espejismo negro. El señalamiento de lo que podremos ver, y por lo tanto conocer, es taxativo. Distinto es el caso en El Enorme, escena 7, de Oligatega Numeric. Observamos a través de una ventana, las acciones de un grupo de personajes, entre ellos “El enorme”. Todos habitan una sala poblada de niebla, en donde esporádicamente algunas luces sobresaltan la opacidad en la que nos sumergimos.
Pero es quizá el soporte arquitectónico el eje axial de la exposición: la universidad y desde el patio la vista de un edificio inconcluso, la noche, la imposibilidad de ver claramente, la sensación de pisar un territorio minado.
Los artistas que participaron fueron Ernesto Ballesteros, Otto Borus, Rolando Cladera, FMV, Mauro Guzmán, Daniel Joglar, Ruy Krygier, Oligatega Numeric. La muestra contó con la curaduría estuvo a cargo de Guillermo Faivovich y Javier Villa, y la iluminación de Matías Sendón.