Representante en 1983 de Guillermo Roux y en la actualidad de Adolfo Nigro, Laura Haber organizó junto al diseñador estadounidense Milton Glaser una exposición del artista francés Folon en el MNBA. Además realizó exposiciones de arte argentino en espacios públicos y museos a fin de promover su difusión. Asesora de colecciones particulares desde hace más de veinte años, acaba de inaugurar un espacio, con una muestra del maestro Adolfo Nigro. En esta entrevista, nos cuenta detalles sobre su nueva iniciativa.
¿Desde cuándo se dedica al arte? A los 14 años asistí a los cursos de "Ver y Estimar" con profesores como Romero Brest y Blanca Pastor y leí los primeros libros de arte; trabajé como guía en exposiciones del MNBA, como la Albright_Knox Art Gallery en 1969. Luego me recibí de licenciada en arte y abogacía a los 21 años. En 1975 fui codirectora de una galería, ejercí como abogada cuatro años, retomé el arte en 1983 y ya no lo dejé porque es lo que más me apasiona en la vida.
¿Por qué ahora abre un espacio a la calle? Después de varios años en un tercer piso de Belgrano decidí ubicarme en el circuito que el público frecuenta. Como en las grandes ciudades del mundo, se genera un recorrido de galerías en pocas cuadras y estar ubicada en Juncal casi esquina Suipacha sumará a mis clientes de siempre, nuevos compradores. Mi intención es abrirme y generar nuevos negocios mediante la presentación de las mejores expresiones visuales contemporáneas de las más diversas disciplinas.
¿Cuál es la estrategia de la galería? Aplicaré el concepto de tercios: lo mejor de los grandes maestros, la generación intermedia y los jóvenes creadores. Una galería debe trabajar con propuestas de artistas serios que partan de un sentido profundo en sus trabajos. Voy a exhibir artistas contemporáneos consagrados y no tan consagrados, en muestras individuales y colectivas, proponiendo el abordaje de determinadas temáticas para visualizar su desarrollo a partir de diferentes lenguajes como la fotografía y el video.
¿Cuál es la franja del arte argentino al que se dedica? Hay obras históricas del Grupo Madí, Arte Concreto y Perceptismo, obras de los artistas Carlos Gallardo, Daniel Ontiveros, Erik Adriaan Van Der Grijn, Jorge Pereira, Duilio Pierri, de los fotógrafos Mónica Van Asperen, Tatiana Parcero, Pablo Cabado, Guillermo Srodek-Hart y la videasta Sabrina Farsi y exhibiciones dedicadas a la escultura de artistas como Enio Iommi.
¿Trabaja en exclusividad con sus artistas? No necesariamente. Tanto el artista como el galerista deben ser flexibles, respetando la ética de un acuerdo. Creo en el armado de una estrategia que permita al artista ser visto en lugares diferentes con la amplitud de todas sus propuestas. Los marchands somos un puente entre clientes y artistas y debemos armar una estrategia de venta conjunta entre las galerías manteniendo siempre una ética con ellas. Necesitamos inversores privados que apoyen estos proyectos, como la realización de exhibiciones en el exterior; el apoyo del estado es fundamental para presentar artistas en el mercado internacional.
¿Cuál es el criterio de su selección? La selección estética es diversa pero coherente. Mi arco plástico se tensa con artistas como Carmelo Arden Quin, de 94 años, hasta Guillermo Srodek-Hart, fotógrafo de casi 30 años. La prioridad es la mirada de nuestros artistas y estar atenta al cambio de mentalidad: antes nadie quería comprar la imagen de una villa, pero desde hace diez años Juanito Laguna es top.
¿Qué es lo que más aporta una feria?
Es el sistema más moderno de vender y conocer clientes nuevos. La participación en ArteBA y Expotrastiendas proporciona seis meses de trabajo. Me interesa especialmente la trayectoria de los grandes maestros como Quinquela, Gambartes o Spilimbergo, a quienes llevo al Salón de Anticuarios. He participado en las XVIII Ferias de Arte BA y siete ediciones de Expotrastiendas. El arte argentino vive una coyuntura especial nacional e internacional que lo afirma día a día. El reconocimiento sostenido a la obra de Guillermo Kuitca, el premio en la Bienal de Venecia otorgado al artista León Ferrari, los importantes precios que alcanza Adolfo Nigro en las casas de remates de la ciudad de Nueva York, así lo testimonian. Es un momento excepcional ya que el arte argentino es requerido desde el exterior por su calidad.
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