Explotó la primavera. Buenos Aires nos invita a recorrer sus espacios verdes y a dejarnos invadir por la sabia Naturaleza. El canto de los pájaros despierta la mañana, las luces danzantes pintan de verde tierno las añosas ramas, y el perfume de la tierra húmeda nos habla del nutriente necesario para la vida nueva. Vida que necesita de la mano del hombre para su cuidado y el cultivo de su espí­ritu. Esto es cultura. Porque la cultura es toda la información que hace a una sociedad, a sus costumbres, sus códigos y su sistema de creencias.
En 1982, la UNESCO declaró que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí­ mismo. Es ella la que hace de nosotros seres especí­ficamente humanos, racionales, crí­ticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí­ mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.
Acabamos de elegir nuevas autoridades nacionales y metropolitanas y, como ciudadanos, debemos exigir a nuestros representantes que educación y cultura se transformen verdaderas en prioridades porque una sociedad culta puede discernir y para luego elegir. Sabemos lo que hace falta: autoridades con capacidad de escuchar, solventes y experimentadas; que le den al sector posibilidades de progreso, desarrollo y tranquilidad. Buenos Aires votó por el cambio y también votó por su cultura. La democracia exige la participación y compromiso de su gente. Y esto lo estamos aprendiendo, prueba de ello fue el fugaz paso de un funcionario que antes de su designación provocó una fuerte reacción de la comunidad de la cultura. Podemos encontrar gestores que apoyen a los artistas que buscan nuevas significaciones y que crean obras que los trascienden. Este es el gran desafí­o.
Y mientras seguimos atentos a estas definiciones a nivel ciudad y a nivel nación, desde esta editorial seguimos comprometidos con nuestro objetivo diario, que es la difusión del arte argentino y latinoamericano. Recientemente la Semana del Arte organizada por Arte al Dí­a y la Noche de los Museos, organizada por el gobierno de la Ciudad, movilizaron durante diez dí­as a miles de nuevas y curiosas miradas a mas de cien galerí­as de arte y a ciento ocho, museos quedando demostrado, una vez más, la envergadura que puede alcanzar una idea cuando se suman esfuerzos públicos y privados.
Cerró la tercera edición de Buenos Aires Photo, una feria organizada por nuestra editorial y el Diario La Nación que apuesta a establecer definitivamente el mercado de la fotografí­a en nuestro paí­s y nos trasladamos al otoño de Nueva York, donde inauguramos Pinta, la primera feria especializada en arte latinoamericano en esta ciudad y seis galerí­as argentinas llevan lo mejor de nuestro arte.
Un nuevo desafí­o de la cultura. Que nuestra primavera florezca, también, en el otoño de Manhattan.