La tercera edición de la Feria de Anticuarios abre sus puertas por estos días, con una nutrida propuesta, para satisfacer la curiosidad de expertos y aficionados. Una vez más, la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Arte Decorativo eligió al Palais de Glace como emplazamiento para la exposición. Cada una de las piezas expuestas cumple más que una función decorativa; cuentan historias. A continuación, lo mejor de la feria.
Lo antiguo también puede ser innovador. Cardamom lo demuestra con un par de mesas escocesas hechas con los troncos de un árbol llamado "boj". Las inusuales mesas, emplazadas en su stand del segundo piso, fueron construidas a mediados del siglo diecinueve y su aspecto dista del de un mueble típico. El mismo anticuario exhibe la tapa del catálogo de la primera muestra de Antonio Seguí, realizada en Nueva York en 1977. De La Signoria no se queda atrás con una biblioteca y un secretaire Luis XV firmados y estampillados JF Dubut. Las dos piezas fueron adquiridas en París, en la casa Rasmal. También presentan un "Paisaje de Venecia" comprado en 1912 por María Unzué a una galería proveedora de la Corona Real Inglesa.
La casa de antigüedades Lopreito cuenta con una de las esculturas más imponentes: "Santiago Matamoros". La pieza, de la escuela alto peruana, se distingue del resto por su imponente tamaño: el apóstol monta un caballo casi tan grande como los de las calesitas porteñas. Si de historia se trata, Alvear Art Gallery exhibe un escritorio Luis XVI de la casa Forest de París que perteneció a Honorio Pueyrredón, mano derecha y ministro de Hipólito Irigoyen. Para encontrar cómodas neoclásicas rusas circa 1800 hay que visitar el stand de Circe que promete lo mejor dentro de cada época.
Las galerías de arte también pisan fuerte. Marcos Bledel ofrece principalmente pintura europea del siglo XIX. Entre los múltiples artistas se destaca Paule Gobillard, ahijada de Renoir y gran protegida de Edgar Degas y Odilon Redon. "Scí¨ne champíªtre - les í¢ges de la vie" pintado por Jean Peske, muestra claras reminisencias al Gauguin de Tahití. La galería Coppa Oliver Arte presenta "Pájaro negro" de Emilio Pettorutti. La atractiva pintura negra y turquesa estuvo expuesta en la galería Charpentier de París y reproducida en su catálogo. En el stand de Palatina, "Desnudos en el paisaje" de Raúl Russo, llama la atención por su dimensión un tanto inusual para el estándar del pintor. La obra fue expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes durante la muestra homenaje a Russo. El movimiento Madí da el presente en la galería de Laura Haber con obras de sus principales fundadores: Martín Blaszko y Carmelo Arden Quin.
Como en las anteriores ediciones, los organizadores invitaron a tres museos para exponer sus obras. El Museo Nacional de Arte Decorativo, por supuesto, tiene un stand con muebles de la época Luis XVI, uno de sus fuertes. El Museo de Arte Tigre, fundado hace menos de un año, participa por primera vez de la feria. Para el debut, trasladó parte de su sala dedicada a las naturalezas muertas. La pintura "Ananá, duraznos y frutillas" es la estrella del stand ya que, su autor Epaminonda Chiama fue uno de los precursores de esta temática en la Argentina. Por último, recomendamos los retratos del Museo de Bellas Artes de la Provincia de Buenos Aires. La colección fue curada por el profesor Juan José Ganduglia, Director Provincial de Patrimonio Cultural del Instituto Cultural del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
El arte étnico argentino está representado por Ricardo Paz y sus textiles. Las "cobijas", de primera mitad del siglo XX, fueron tejidas en Santiago del Estero. La tradición indicaba que las mujeres quechuas debían trenzar sus propias mantas. Hoy, son objetos meramente decorativos. En la Casa Iadarola, asoma un reloj oscilante al aire doble faz muy curioso. Pero si de curiosidades se trata, no hay que dejar de visitar a Lilly Beer y su tapicería que ilustra la historia de la Diana Cazadora; aquella que se transformó en patrona de la naturaleza salvaje. Los textiles asiáticos o "ikats" de la región de Uzbekistán pertenecen a Renato De Benedictis que también ofrece tapicería flamenca de mediados del siglo XVII. La propuesta es variada y la calidad óptima. Sólo basta con acercarse hasta el 16 de este mes para sumergirse en parte de nuestra historia. Las mujeres no deben olvidar de pasar por Santino Joyeros y Anticuarios. Para la feria prepararon una colección que contiene alhajas firmadas: Van Cleef and Arpels, Bulgari, Cartier y Ghiso entre otros; nombres que vuelven loca a cualquier dama. Imposible no mirar un par de aros con punzones franceses que inicialmente formaban parte de un stomach brooch de Cartier. Originalmente, la pieza contenía 120 quilates de brillantes y esmeraldas. Según los registros de Cartier, pertenecía a un miembro de la alta aristocracia europea. Fue desarmada a comienzos del 1900 y hoy queda únicamente este fragmento: un par de aros con 30 quilates de brillantes. Otra de las joyas que llama la atención es una pulsera Van Cleef de 1915 estilo art decó, realizada en platino y brillantes. De lo contemporáneo, no hay que perderse la última colección de oro italiano, con reminiscencias de los años 70.
Info: Hasta el 16 de septiembre, en el Palais de Glace, Posadas 1725.
Lunes a viernes: 12 a 21 hs. Sábados y domingos: 11 a 21 hs. Visitas guiadas: todos los días a las 15. Myriam Ribeiro de Oliveira, de Brasil
Como parte del programa de extensión cultural, la Feria de Anticuarios 2007 brinda un nutrido programa de actividades charlas, visitas y conferencias. Entre los conferencistas se destaca en esta oportunidad, la presencia de la académica brasilera Myriam Ribeiro de Oliveira (Universida de Federal do Rio de Janeiro, Brasil), especialista en barroco que recientemente escribió un libro sobre Antí´nio Francisco Lisboa.
Este artista mulato nacido en Vila Rica (actual Ouro Preto) entre 1730 y 1738, trabajó intensamente en la región de Minas Gerais, y se conoce con el nombre de "o Aleijadinho" (el lisiadito), debido a que una enfermedad, supuestamente lepra le fue destruyendo manos y pies dejándolo lisiado.
"En la conferencia presentaré un análisis de las esculturas devocionarios de Aleijadinho, desde el punto de vista de la función, la iconografía y el estilo", adelantó la especialista desde Brasil a Arte al Día y agregó que también "destacaría aspectos importantes de su biografía, como formación, influencias que tuvo y que, a su vez, ejerció en otros escultores de su época y la terrible enfermedad que sufrió a partir de los 40 años aproximadamente". Ribeiro de Oliveira destacó la importancia de la figura de Antí´nio Francisco Lisboa, o Aleijadinho. "Es sin duda el artista más importante del arte brasilero de la época colonial y uno de los más relevantes de América Latina, durante el siglo XVIII".
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