Las fotografías de Catharina Burman son, en realidad, el resultado de una compleja hibridez de imagen televisiva, imagen fotográfica y narrativa fílmica. Trabajando a partir de fotogramas de películas exhibidas en televisión, la artista crea una galería de citas que conforman, a su vez, una particular mirada sobre el universo femenino.
Las imágenes, en riguroso blanco y negro, poseen la característica trama electrónica que identificamos inmediatamente con la televisión. Incluyen, casi inadvertidamente, una línea de texto perteneciente al subtitulado de la película de la que fueron tomadas. Ese texto, voluntariamente ambiguo, no sólo resignifica (o simplemente significa) la imagen, sino que funciona también contextualmente, creando algo así como un relato entre los fotogramas. Los rostros en primer plano son abruptamente intervenidos por las palabras. Éstas cambian su fisonomía, su ánimo, su expresión. Pero la contienda es inútil, ya que ni los rostros ni las palabras encierran la clave. Sólo el espectador, leyendo entrelíneas, puede acceder al oscuro mundo de estas figuras mediáticas. Hasta el 23 de junio, en Pabellón 4, Uriarte 1332, Palermo viejo
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