La Primera Bienal de Arte Geométrico se exhibe en Siglo XXI Cambalache, nominación que sin pecar de solemnes, suena poco apropiada para un espacio de arte. En la introducción del catálogo en el que hubiera sido importante consignar datos de los artistas, Eduardo Díaz Hermelo, su curador, señala que es "sin premios y sin jurado" y que tiene tres objetivos.
Primero, "que a través del aporte de museos y colecciones, que se vea algo de lo importante de nuestra historia del arte".
Segundo, "que el vínculo creado entre pintores jóvenes y galeristas sirva para consolidar una relación de difusión del arte geométrico y alentar nuevas expresiones". Tercero, "al ser una bienal sin premios y (sin) jurados se amplía la incorporación de muchos artistas a nuestro museo".
Al entrar al espacio mencionado comprobamos que no era una bienal con un hilo conductor, con un relato histórico al que pueda acceder el público no iniciado, sobre todo, en un movimiento de la historia del arte argentino que tuvo comienzos polémicos, transgresores, con manifiestos contestatarios y vanguardistas que levantó mucha polvareda en la década del 40.
En realidad es una feria de arte en la que intervienen varias galerías con obras de arte geométrico de diversas épocas y tendencias, acompañada por un conjunto proveniente del MACLA (Museo de Arte Contemporáneo de La Plata) y otras de colecciones privadas.
Al recorrer el espacio dedicado al Museo notamos una seria falencia: la falta de cartelitos indicadores de los autores, fecha de las obras, en fin, datos mínimos, ya que no todo el público sabe quién es y qué papel juega, por ejemplo, Julio Le Parc en el desarrollo de nuestras artes visuales.
En cuanto a uno de los objetivos, la creación del futuro Museo Construido en La Boca, frente al viejo puente trasbordador, significará un aporte valioso para la difusión de los artistas precursores, algunos críticos de entonces mencionan a Pettoruti, otros a Del Prete, pasando por aquellos que desde 1944, año de la muerte de Kandinsky y Mondrian, y de la publicación de la revista Arturo, habrían de "colocar el arte argentino a funcionar sincrónicamente con las vanguardias europeas. De allí en adelante la no- figuración de base geométrica va a desarrollarse como movimiento definitivo"(Nelly Perazzo-El Arte Concreto en la Argentina" 1983)
En cuanto a los jóvenes enrolados en esta estética, la abordan, como es natural, aportando una mirada y un contenido contemporáneos.
Más allá de estas consideraciones personales en cuanto a la presentación algo confusa de esta feria-bienal, no deja de ser una oportunidad para ver obras significativas y familiarizarse con ciertas reglas formales inherentes al arte geométrico y otras terminologías como arte no - objetivo, arte no- figurativo, abstracción geométrica, Madí, perceptismo. También vale la pena recordar lo que señaló Van Doesburg en un manifiesto de 1930: "Una mujer, un árbol, una vaca, son concretos en su estado natural pero en su estado de pintura son abstractos, ilusorios, vagos, especulativos, mientras que un plano es un plano, una línea es una línea; nada más ni nada menos". Cerró el 6 de mayo, en el Predio Siglo XX Cambalache, Ayolas 441, la Boca.
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