MACO, la feria internacional de Arte, indiscutiblemente el evento cultural más importante realizado en México, cerró su 4ta. edición, con una asistencia de 30.500 visitantes. Todo un éxito de convocatoria que fue respaldada por la comunidad cultural y los coleccionistas locales.

La feria es esperada con ansiedad en el transcurso del año, la temperatura que genera este evento en el mercado se ve reflejada en la cantidad de inauguraciones y actividades paralelas que surgen y se realizan en las fechas cercanas y simultáneas. Galerí­as que no tienen una lí­nea contemporánea abren sus puertas bajo el paraguas del evento, la expectativa y el entusiasmo que genera MACO entre el público, es un causal justificativo para asociarse a la fecha.

Varios proyectos paralelos independientes se suman al éxito logrado y demuestran la importancia, el peso y trascendencia que el arte contemporáneo recrea en el mercado de arte local e internacional. La presencia de 94 galerí­as, de las cuales sólo el 21% son nacionales, habla de una participación limitada de expositores locales. Sin embargo, la cuidada selección por parte del comité a cargo, puso de manifiesto que la calidad de obras presentadas estuvieron a la altura de un evento internacional.

En esta edición las galerí­as sudamericanas fueron únicamente cuatro: Galerí­a Alberto Sendrós con obra de Diego Bianchedi, Verónica Di Toro, Matias Duville y Ana Gallardo; Galerí­a Dabbah Torrejón con Marcela Astorga, Dino Bruzzone, Aldo Chaparro, Manuel Esnoz, Daniel Joglar, Esteban Pastorino y Alejandra Seeber, ambas galerí­as del mercado argentino. Galerí­a Harto_espacio de Montevideo, Uruguay; y Nara Roesler de Sao Pablo, Brasil. Los números son elocuentes: 4% de Galerí­as latinoamericanas, 46% de galerí­as de Unión Europea y 29% de galerí­as de EUA. La abrumadora presencia de galerí­as del exterior representa un éxito para MACO, ya que coloca a México dentro de un marco internacional, no solamente sobre el plano de espacio de exhibición internacional, con respecto al plano consumidor de arte contemporáneo.

Sin embargo no todo fue un éxito, el espacio que congregó la feria, cedido por uno de sus patrocinadores Palmas Park, empresa contratista. Resulto ser en una obra en construcción, (obra negra), con todos los inconvenientes que puede acarrear esta tipo de espacios que no se encuentran adecuados para brindar los servicios exigidos por un evento de estas caracterí­sticas: Iluminación, espacios adecuados, ventilación y lo mas incomodo que al realizarse directamente sobre el piso de cemento, fue una constante agresión para el visitante, que en algunos casos sufrieron seriamente tener que respirar polvo y una ausencia total de señalética que creó laberí­nticos recorridos. Por eso hablamos del verdadero apoyo e interés que surgió del coleccionismo local a la feria, que tuvo excelentes ventas, opinión compartida por la mayorí­a de las galerí­as, una ausencia clara del coleccionismo internacional que no se acercó por la precariedad del recinto, que debe contener una feria del orden internacional, planteamiento fuertemente expuesto por las galerí­as de la UE que realizaron este cruce interoceánico, con la finalidad de invitar a sus coleccionistas de EUA que prefirieron dejarlo para otra oportunidad. MACO un gran show de éxito y convocatoria, una gran desorganización, que solamente se perdona por el folklorismo mexicano y el buen resultado de ventas.