En reconocimiento a su talento, trayectoria y esfuerzo en beneficio de la cultura y las artes plásticas la edición 07 de la Feria, arteBA Fundación y Banco Galicia, rindieron homenaje a cuatro artistas del arte POP: Delia Cancela, Edgardo Giménez, Dalila Puzzovio y Juan Stoppani. Un grupo de artistas de los años 60 que con sus producciones y su talento creativo han mantenido vigente el espíritu del Di Tella.
En 1966 el arte saltó de las galerías y los museos a la portada de Primera Plana, el semanario de mayor circulación y poder formador de opinión. La vigorosa clase media de entonces vio a unos esplendorosos Delia Cancela, Edgardo Giménez, Dalila Puzzovio y Juan Stoppani, irradiando juventud, belleza y creatividad. Posaban como estrellas de cine, irreverentes al tope de una colorida inscripción de tres letras: POP. Apócope de popular (en inglés), la palabra jugaba también con otro significado: el de irrumpir, de saltar a la visibilidad, aparecer de repente en sonora onomatopeya...La imagen del nacimiento de una vanguardia primaveral, hedonista, obsesionada por su propia imagen en una sociedad muy conservadora que miraba con desconfianza el éxito temprano.
Estos son los artistas que homenajeó ArteBA en su edición 2007. Artistas con la marca generacional de la multidisciplina. Todos practicaron y practican, indistintamente y con la misma solvencia, la pintura, el diseño, la escenografía y la comunicación. Desde los años del Di Tella en que salieron al ruedo con su arte joven, provocativo, efímero y vitalista, cada uno de ellos desarrolló una carrera coherente con lo que ya se había propuesto en aquellos años. El presente homenaje se ensambla con una serie de exposiciones y publicaciones que en la última década revalorizaron el arte de la década del 60 en sus distintas manifestaciones. Cabe preguntarse ¿cuál fue el atractivo irresistible de los 60 para los 90 y aún para la actualidad? ¿De qué fragmento del discurso sobre los 60 nos estamos apropiando hoy?
Una sensación colectiva de "estar al día", actualizado, recorre los testimonios de distintos protagonistas de la época. Los artistas habían puesto "su reloj en hora" y, en ciertas prácticas, incluso anticipado a las principales capitales artísticas del mundo. Modernizar era la consigna de un proyecto en el que lo cultural poseyó un protagonismo inusitado. La experimentación tuvo un sitial de prestigio en instituciones específicamente creadas para fomentar la producción creativa, como lo fue el Instituto Di Tella. Allí, importantes críticos e intelectuales progresistas invitados a dirimir premios, tomaron contacto con el ambiente artístico de las principales capitales del país. Así fue como la vanguardia encontró en instituciones asociadas al proyecto económico desarrollista el apoyo que necesitaba para crecer en la acción.
En este contexto de gran dinamismo, de cambios y rupturas, de aventura, como lo calificara Romero Brest, la discusión y la experimentación convirtieron al arte en un tema de actualidad instalado en los medios de comunicación masiva, especialmente gráficos, un lugar poco frecuente.
Mito y realidad mezclados, lo cierto es que las instituciones artísticas exhibían una energía inusual y distintas voces coinciden en ubicar a los años sesenta como el comienzo de una época, el momento inaugural de ciertas prácticas e ideas actuales. Por ejemplo del arte conceptual argentino que tuvo sus orígenes en los 60, y los 90 vieron resurgir tras la denominación de neoconceptualismo. También la dinámica que actualmente poseen los museos se inició en aquellos años bajo influyentes figura como Romero Brest en el MNBA y Rafael Squirru en el Museo de Arte Moderno.
La experimentación como paradigma de la aproximación a nuevos materiales, técnicas, soportes y sentidos; la provocación del gesto anticonformista o libertario; la interdisciplinaridad del arte en que moda, diseño, plástica, poesía y publicidad confluían son atributos de los 60s que el arte actual reclama para sí. Especialmente a partir de las nuevas perspectivas tecnológicas que permiten comparar las ultimas décadas con el auge de la expansión de los medios masivos de comunicación en los sesenta y cómo estos influyeron sobre el arte. Durante años el pop argentino fue considerado un arte fruto de las extravagancias de jóvenes mimados y protegidos por el ala paternal de Romero Brest. El Golpe de 1966 y la posterior censura a las ideas, cabelleras y vestimentas y la radicalización política que también afectó al campo artístico, hicieron que tanto los 70 como los 80 fueron reticentes a apreciar sin prejuicios el carácter gestual, vitalista y autorreferencial del pop. Hoy un libro como Romero Brest: la cultura de la provocación editado por Edgardo Giménez muestra el recorrido del grupo desde los sesenta hasta la actualidad. La consistencia de sus búsquedas se aprecia claramente, así como también ese rasgo pionero de adentrarse en el ejercicio de una esteticidad que atraviesa e incluye a muchos más objetos y campos que los que tradicionalmente abarcaba el arte. ................................................................................................................
HOMENAJE A GRANDES MAESTROS En esta edición de arteBA con el auspicio de Banco Galicia se rindió homenaje a cuatro artistas argentinos consagrados. Delia Cancela (1940) formó junto con Pablo Mesejean el primer dúo artístico de la plástica argentina, desde 1964 y hasta mediados de la década del ochenta, trabajaron en colaboración en Nueva York, Londres y París. Cancela recibió el Premio Directorio, a la Trayectoria Artística, del FNA en 2001. Juan Carlos Stoppani (1935) arquitecto, se inclinó por el diseño de vestuario y la escenografía. En 1963, junto a Alfredo Rodríguez Arias, instaló un atelier donde expusieron sus obras y las de otros artistas del grupo pop. Participó de las Experiencias 67 y 68 del Di Tella. Vive y trabaja en París. Dalila Puzzovio (1942) discípula de Baltasar Besares Socaire, Juan Batlle Planas y Jaime Davidovich. En 1962 participó de la exposición colectiva El Hombre antes del Hombre, en el MAM. Junto a Charlie Squirru y Edgardo Giménez instaló el poster panel ¿Por qué son tan geniales?, en la intersección de las calles Florida y Viamonte, a metros del Di Tella. En 1967 con Doble Plataforma -una novedosa propuesta que fusionaba el arte con la industria de la moda- obtuvo el segundo premio del certamen internacional (PITDT). Incursionó en el diseño de vestuario y en el arquitectónico de grandes espacio públicos. Edgardo Giménez (1942) autodidacta, comenzó trabajando en gráfica publicitaria. Expone desde 1964, participa del la exposición Objetos '64 en el MAMBA. En 1965 obtuvo el Premio de Honor en la Primera Bienal de Artes Aplicadas de Punta del Este. Participó en las Experiencias Visuales '67 ITDT. Desde 1967 realizó escenografías para distintos espectáculos y dirigió distintos proyectos arquitectónicos. En el MNBA realizó una retrospectiva en 1997.
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