News Argentina

miércoles 16 de julio, 2008
DESPEDIDA A SAMUEL PAZ
por Victoria Noorthoorn
DESPEDIDA A SAMUEL PAZ

El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró la exposición Ricardo Garabito: Una Retrospectiva. Una muestra que reúne más de cien obras del artista, desde los años '60 hasta la actualidad, entre pinturas y esculturas, que permite acercarse a la particular visión de la realidad del artista a partir de personajes porteños y que contó con la curadurí­a de Samuel Paz y Victoria Noorthoon. A pocos dí­as de inaugurar la muestra, Samuel Paz, nos dejó. Pero su recuerdo está presente entre los que trabajaron con él.

Hace pocos dí­as Samuel Paz nos dejó. Sentimos el desamparo. Su presencia será recordada por quienes lo conocimos con gran agradecimiento -por haber sido testigos de sus acciones o palabras, o por haber tenido la oportunidad de acercarnos a su universo de refinamiento, agudeza de observación y riqueza de pensamiento.
Samuel Paz nos dejaba mudos, extasiados. Su caudal de conocimientos era universal y su sensibilidad era generosa: abrí­a el espacio del dejar ser, del dejar escuchar. Su maestrí­a tomaba la forma comunicativa de la modestia, y desde un constante bajo perfil y una mirada cálida entonaba palabras puntuales, elegidas, pronunciadas cuidadosamente, siempre con una nota de humor. Del lado receptor, desde este hambre juvenil, uno esperaba ansioso el momento en que sus pensamientos tomaban forma e iban, sin excepción, sorprendiendo, por la apertura de mundos a que nos trasladaban. ¿Cómo renegar del arte más actual porque está cambiando de apariencias, si en esas mismas transformaciones está su fortaleza? Dialogar con Samuel nos hací­a tomar conciencia del poder de las palabras.
Su percepción y su sensibilidad para detectar momentos de expansión y de quiebre en las artes inspiraron el respeto de muchos. Entre ellos, es importante destacar a Jorge Romero Brest, quien recurrió a Samuel en múltiples instancias, y no sólo por su "sensato consejo": Samuel lo acompañó desde el comité de redacción de la revista Ver y Estimar entre 1952 y 1955, desde el armado de exposiciones para el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) entre 1955 y 1962, y nada menos que como Director Adjunto del Centro de Artes Visuales del Instituto Torcuato Di Tella entre 1962 y 1969 -en cuya capacidad viajaron, discutieron y armaron los premios nacionales e internacionales y las más variadas exposiciones. Asimismo, Samuel Paz fue Curador del MNBA durante la dirección de Samuel Oliver entre 1972 y 1980. Desde entonces, su asesorí­a fue buscada por múltiples instituciones del paí­s y del exterior. En todos los casos, fueron quizás los artistas quienes más pudieron acceder a su generosidad de atención, ya sea desde la interlocución aguda en sus talleres o desde el armado de sus impecables montajes y exposiciones.
Tuve el privilegio de conocer a Samuel Paz desde pequeña. Y luego, mientras buscaba un rumbo por el vertiginoso mundo del arte -entre el taller de Ricardo Garabito, las lecturas recomendadas por Pablo Suárez, y las clases de historia del arte y de curadurí­a-, desde una mirada discreta Samuel observaba, acompañaba y jamás pontificaba. Cada tanto yo tropezaba, y en esos momentos Samuel aparecí­a con una nota manuscrita o un llamado telefónico, y con sus palabras me marcaba un rumbo. Sin saberlo, yo empezaba el camino de la curadurí­a sin estar al tanto de que estaba cerca de uno de los curadores más grandes que tuvo la Argentina. Por su generosidad en dejarme surcar caminos sin juzgarme ni limitarme, sino alentándome siempre, y por extenderme la mano hacia el final, haciéndome partí­cipe de un doble proyecto que era para él de infinita importancia -el libro y la actual retrospectiva de Garabito en el MNBA- no puedo más que sentirme agradecida y movilizada. Me llevará toda la vida incorporar cabalmente las enseñanzas y el ejemplo de Samuel Paz, así­ como su profunda y dolorosa ausencia.

 

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