Bodegones", así­ se llama la exposición que Cecilia Cavanagh organizó en el Pabellón de las Artes de la UCA, y que sin duda, es una exhibición para la emoción y el recuerdo. Su contemplación hace que se ponga freno a la velocidad cotidiana, para aceptar una invitación a un tiempo detenido. Una vez más la pintura conmueve poniendo delante de los ojos del contemplador, la sencillez de lo cotidiano. Botellones, frutas, vegetales y demás utensilios de uso habitual, adquieren relevancia a partir de la calidad artí­stica exhibida. Durante el recorrido de la muestra descubrimos que un objeto podrí­a ser el mismo en uno y otro cuadro, sin embargo el carácter particular de cada una de las obras, vuelve cada elemento elegido en una original interpretación resuelta plásticamente de manera diferente que la anterior. Las pinturas realizadas dentro de pequeños y mediamos formatos generan una envolvente intimidad, extraña en estos tiempos de gigantismo y hermetismo. Esta exposición integrada por más de medio centenar de pinturas, permite contemplar obras de muchos artistas olvidados como Faggioli, Mendilaharzu, Candia, Schiavoni, entre otros. También apreciamos el realismo de las obras de Pablo Suárez dialogando con Fortunato Lacámera, la esencia de una imagen en Domingo Gatto o una silla con frutera resuelta con extrema sensibilidad del pintor Gerardo Romano. Todas las obras forman parte de la colección de Mauricio Neuman, médico psiquiatra y crí­tico de arte quien desdice la máxima de Pascal cuando anunciaba que "lo que se ve con frecuencia no maravilla....".

Cerró en Pabellón de las Bellas Artes de la Universidad Católica Argentina (UCA), Avenida Alicia Moreau de Justo 1300.