Dos exposiciones de Carlos Alonso coinciden en tiempo y espacio y ambas encierran la misma particularidad. Se trata de ilustraciones realizadas por el artista para la reedición de La guerra al malón escrito por el Comandante Manuel Pardo, publicado en 1907, y El matadero de Esteban Echeverría de 1838-1840. La primera obra fue publicada con las ilustraciones de Alonso en 1965 gracias a una reedición de Eudeba, la segunda correspondió al Centro Editor de América Latina tan sólo un año después.
La exposición La guerra al malón presenta un total de 45 obras realizadas en 1964 a pedido de la editorial. Pardo, un miliar que había luchado contra el indio hacia 1877 en la campaña al desierto, describe en su libro las experiencias en aquel confín de General Villegas, lugar que para algunos separaba la barbarie de la civilización. Encomendada la tarea, Alonso procuró involucrarse en el contexto más próximo a aquella sociedad y se embarcó en una gran odisea: viajo a aquel pueblo donde permaneció durante casi un año. Así convivió con sus costumbres lo cual le permitió la recreación de una especial atmósfera para sus obras. Escenas familiares, de soldados, fusilamientos, el arreo de indios y la vida cotidiana son plasmados en tinta china y acuarela sobre papel. La guerra desatada contra el "malón" es escenificada con una línea expresiva pero que da continuidad visual al relato de Pardo. La exposición incluye, además, una selección de fotografías de la conquista al desierto que contribuyen a ambientar el tema del libro.
En El matadero de Esteban Echeverría se muestran 25 obras con una particularidad: es la primera vez que se presenta la serie completa. La exposición viene a acompañar la reedición de la obra literaria a cargo de Fundación Alón y Zurich. En base al mismo recurso de la tinta china y la acuarela, Alonso escenifica el realismo de El matadero, la creación de ambientes y el uso del rojo como una forma ya convencional de aludir al color de la federación lo proyecta en una escena con características similares a las obras ya mencionadas. Con economía de recursos se plasman escenas en torno a Rosas, las luchas entre unitarios y federales y al matadero, éste último de gran alcance en la obra del artista. "Los seres primitivos y brutales de la mazorca rosista serán, poco a poco, reemplazados por refinados estancieros, clérigos tan vociferantes y vecinos del poder como lo eran en el texto de Echeverría", dice Alberto Giudici en el prólogo de la exposición, una vez más progresión del relato literario acompañado por el visual. Lo que más impacta de esta serie es sin duda la dupla "res-hombre" donde parece igualarse según Alonso "la anatomía humana y la anatomía de la vaca (...), la sangre de la vaca y la sangre del hombre." Para reflexionar.
La guerra al malón: Hasta el 26 de marzo en el CC Borges, Viamonte y San Martín. El matadero de Esteban Echeverría: Hasta el 16 de marzo, en Fundación Alón, Viamonte 1465, piso 10.
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