Llegó noviembre y con él los seibos y jacarandas florecidos. Entramos en la última etapa del año, la vorágine se acelera y la agenda de eventos y actividades se vuelve casi un imposible de cumplir. Tony Cragg, un grande de la escultura contemporánea, pasó por Buenos Aires para instalar en nuestro Centro Cultural Recoleta diez de sus magníficas obras. Prometió volver; quedó impactado por nuestra ciudad y sus "árboles azules", un paisaje difícil de olvidar.
Y, si de paisajes hablamos... no nos quedemos con el concepto del tradicional estilo pictórico que consiste en representar de manera realista el campo, sus atardeceres y sus cielos. Según éste el paisaje, puede o no, incluir al hombre pero, cuando aparece, no es el protagonista. ¡Levantemos la mirada y ampliemos nuestro campo de visión! Descubramos que hay detrás de ciertos paisajes que han sabido cambiar.
El paisaje del Tigre, por ejemplo. Un paisaje que pudo cambiar gracias al impulso de un hombre, su intendente Ricardo Ubieto. Un tesonero, un verdadero gestor político y cultural; reelegido una y otra vez por sus paisanos/coterráneos/vecinos, porque no sólo cambió el paisaje exterior del Tigre sino que colaboró en cambiar la historia de quienes lo habitan, creando jardines de infantes, escuelas y ahora, les dio un Museo de arte argentino. Rescató y recicló el viejo edificio del Tigre Hotel, compró, con la mas absoluta transparencia, las obras de arte para sus paredes en subastas públicas y lo inauguró. La noche en que se encendieron las luces de las siete salas del MAT, Ubieto cumplió su sueño y ganó una gran batalla.
Al pie de la cordillera andina, a mil cien metros de altura, en pleno Valle del Unco en Tunuyán, provincia de Mendoza, un empresario holandés, ligado a la industria vitivinícola también supo cambiar el paisaje y la historia de estas tierras áridas. Con un profundo respeto por la tierra y por las comunidades que la habitan, Salentein, a fines de los 90, instaló allí su primera bodega y hoy levantó un museo que alberga arte argentino contemporáneo.
Fundación Osde nos acerca el paisaje de Córdoba al exhibir la magnífica colección del Museo Caraffa en su espléndido Espacio Imago de Buenos Aires. El subte cambia el paisaje de las entrañas de nuestra ciudad al inaugurar murales de nuestros artistas y, en esta oportunidad, le tocó a Yuyo Noé cambiar el paisaje de la Estación San Martín. También podemos hablar de los paisajes de cada uno de nuestros artistas, Mariano Cornejo con sus coloridos paisajes de Salta, Roma Geber, Josefina Di Candia, paisajes en blanco y negro como los de Greco y Heinrich y podemos ¿por qué no?, identificarnos con nuestro propio paisaje que, en noviembre, nos pinta jacarandas violeta y seibos en flor. Nuestro símbolo nacional. Ver Nota Museo de Arte Tigre
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