Siguiendo con una lí­nea de trabajo que ya puede considerarse un rasgo de estilo, Belén Lagar vuelve a incursionar en el universo de las imágenes de los productos de consumo masivo para realizar las piezas que conforman su exposición Animahule. En esta oportunidad, investiga en particular los dibujos y estampas de los manteles de hule que consigue en casas de ventas de productos populares.
Sobre esas imágenes, realiza confrontaciones humorí­sticas e irónicas, visuales y crí­ticas. Por una parte pone al descubierto un mundo iconográfico prácticamente invisible a pesar de su omnipresencia; por otra, nos invita a reflexionar sobre el potencial estético de ese mundo negado y omitido. De igual manera, contrapone la factura industrial de los manteles con el cuidadoso trabajo artesanal mediante el cual la artista da nueva vida a los materiales apropiados. La operación no oculta un rasgo nostálgico y emotivo. Después de todo, los elementos con los que trabaja tienen un fuerte arraigo social. Más allá de la propuesta formal, la obra de Lagar convoca fantasí­as y recuerdos, más el imaginario del inconsciente cultural.

Hasta el 2 de diciembre, en Galerí­a Elsi del Rí­o, Arévalo 1784