Nuestra querida ciudad de Buenos Aires es escenario constante de una actividad cultural imposible de cuantificar. Recientemente sólo la Semana del Arte movilizó durante diez dí­as a miles de nuevas y curiosas miradas a mas de cien galerí­as de arte y setenta y seis museos con un doble beneficio: la curiosidad por el mundo y sus manifestaciones artí­sticas nos enriquece y, la burbujeante energí­a cultural que invade la ciudad la convierte, a pesar de su distancia, en un indiscutido destino cultural. La semana del Arte demostró además la envergadura que puede alcanzar una idea cuando se suman esfuerzos públicos y privados.
Felizmente este efecto es contagioso y a lo largo del paí­s otras ciudades apuestan a la cultura. Rosario con la intensa actividad desarrollada por el Museo Castagnino y el Macro, Neuquén inaugura una excepcional muestra de Antonio Berni en su sede del Museo Nacional de Bellas Artes. Por otra parte, Clorindo Testa llega a la cuidad de Paraná y Ennio Iommi al Centro Cultural de Santa Cruz. Salta lanzó su Salón Nacional, y en Mendoza una bodega privada inaugura una galerí­a de arte enclavada en la montaña con una fantástica colección de arte contemporáneo, una iniciativa privada que colabora en generar mercado.
Hablando de generar mercado, llega la segunda edición Buenos Aires Photo, una feria organizada por nuestra editorial y el Diario la Nación y que apuesta a establecer definitivamente el concepto de un nuevo mercado: el de la fotografí­a; ya que se trata de un objeto artí­stico que tiene un valor económico además de su valor estético. Valor económico que se incrementa en la medida que los espacios legitimadores -galerí­as , museos y ferias- permitan circular los nombres de los artistas, valorizar sus obras y generar ventas cerrando así­ el circuito. Esta nueva y esperada edición cuenta con la participación de 10 galerí­as extranjeras -sobre un total de 32- y un cuidado programa de coleccionistas especializados que visitarán la feria y la ciudad y nos refuerza la sensación de orgullo de trabajar para lograr nuestro merecido lugar en el mundo.
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Y Graciela se dio el gusto...
Graciela Distéfano, nuestra valiosa corresponsal en Mendoza lo tení­a prometido y finalmente cumplió. Organizó un lindí­simo homenaje a Coco Costa Peuser en el marco del la entrega de premios del Salón Victoria, un Salón provincial que, como indica su nombre, triunfó frente a la crisis del 2002 gracias a la tenacidad de dos soñadoras, Viviana Bianchi y Gabriela Talio, quienes vencieron los escollos, la falta de recursos y con empuje poco común, hicieron realidad su sueño. En esta, su quinta edición, lo convirtieron en un Salón Nacional, entregando importantes premios. Para nuestra corresponsal, la fuerza arrolladora de estas dos emprendedoras es comparable a la de Coco con su sueño de una revista de arte en un momento sumamente complicado de nuestro paí­s. Sin embargo -como decí­a Pettoruti- las dificultades son buenas pues nos obligan a recurrir a toda nuestra creatividad para vencerlas y realizar nuestros mas ansiados proyectos. Graciela los llamó locos... Ojalá encontremos muchos locos por este camino, sobre todo cuando se trata de trabajar en la difusión de la obra de nuestros artistas, verdaderos protagonistas de esta historia.
¡Ellos también buscan su lugar en el mundo!