La convocatoria al concurso Platt que se exhibe en Isidro Miranda estuvo abierta a todas las edades y disciplinas con la idea de mostrar la actualidad del arte contemporáneo y generar un encuentro de artistas y propuestas.
El Primer premio de $ 10.000 fue para la instalación fotográfica de Esteban Pastorino, una obra compuesta por dos imágenes de 90 x 70 cm cada una dispuestas en dos paredes perpendiculares. Para ver la obra se necesita del visor dispuesto en el centro y recién allí la fotografía de dos planos se transforma en tridimensional o en una resignificación de la estereoscópica decimonónica.
El jurado estuvo formado por Julio Sánchez, Valeria González y Adriana Lauría quienes tuvieron la ardua tarea de seleccionar 50 obras entre las más de ochocientas recibidas.
La muestra cuenta con un dinámico montaje. La pintura y la fotografía se destacan en número y no quedan afuera el video, la escultura, las instalaciones, el collage y el trabajo con materiales de experimentación.
Juan Ignacio Balza juega con la historia del retrato y desde una pintura con impronta digital se presenta a sí mismo en una intrincada discusión con cuatro de sus alter egos. Y si del género del retrato se trata, Chica Lunar de Griselda Álvarez expone la personalidad interna de una moderna joven urbana a través del pincel y del dibujo. Nacho Iasparra y Jorge Miño no faltan en esta selección con sus obras fotográficas. María Eugenia González de La Vega también utiliza esta técnica y superpone un parabrisas roto que deja ver a los típicos personajes de esquina. La mínima alfombra roja ya se convirtió en marca de autor para disponer a los inconfundibles personajes playeros que retrata Raúl de la Cava, el marplatense que recibió la Mención Especial del Jurado.
En las escaleras de acceso al primer piso de la muestra cuelga en verde "Madre Selva", la obra del polifacético Dani Dan que esta vez utiliza el collage, el grafitti, y pinturas no tradicionales. En la misma serie que viene trabajando sobre arquitecturas en museos de papel, Cristina Segura propone un libro de arte intervenido de Ignacio Núñez Soler donde los textos y las imágenes fueron extirpados del soporte. Espacio aislante de Alejandro Tosso se propone como una imagen onírica que retrata desde la fotografía a una familia en la playa, allí los horizontes y las materias se confunden en una economía de líneas, formas y texturas.
Lux Lindner en su pintura roja Mentalidad reducto contradice las características de lo pictórico y retoma las del dibujo técnico; y así como el enamorado muñeco articulado de acero Chuik - Chuik de Martín Calcagno se destaca entre las menciones del jurado. El arte concreto aparece como protagonista en la obra de Nora Dobarro quien registro 34 puertas de la calle con esta estética.
La ironía está presente en las propuestas de los artistas como en la obra Estructura para un mundo feliz, una torre construida con cajas de Rivotril y Valium realizada por Gabriel Serulnicoff, o la instalación sobre pared 25 gr. / disección Nª1, de Alejandro Somaschini donde el artista deconstruye uno a uno todos los elementos que completan una caja de té de tilo y luego reúne el contenido de la flor en una bolsa plástica de 25 gramos. Un conjunto general de obras que proponen interesantes ideas, que tienen historias para contar y que son resueltas bien y claramente, y en muchos casos de manera entretenida. Hasta el 21 de octubre en Galería Isidro Miranda, Estados Unidos 726
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