Claudia del Río / Carlos Herrera: 1 hogar + 4 óperas difíciles y prohibidas
Las instalaciones individuales de Claudia del Río y Carlos Herrera, expuestas actualmente en el Pasaje Pam una y en el Museo Diario La Capital la otra, exploran el concepto de "lugar".
Para Claudia del Río, la palabra "hogar" resulta ser clave. "De lo que se trata es de usar a la figura del arte como hogar y a la figura del hogar como naturaleza", señala la artista. Su instalación llega a descubrirse como un mosaico de citas donde cada pieza refiere a otras, muy propias -del mundo Claudia del Río- o relativamente impropias. Hay referencias a la obra de José Leonilson, que se perciben con mayor ahínco en una gran tela bordada, como también alusiones a los diagramas de Aníbal Brizuela. Mesa, botellas, sillas, fotos, papeles y otros objetos reanudan ese instinto de convivencia bajo la pericia de una extraña casualidad. Distintas proximidades -espacios entre una y otra cosa- y unos cuantos paisajes han quedado encastrados a este simulacro de hogar, a una idea de naturaleza.
También Carlos Herrera, en sus Cuatro óperas difíciles y prohibidas, plantea la construcción de un espacio tendiente a figurar varios encuentros inauditos. A partir de lazos surrealistas, los elementos constitutivos de las instalaciones de este artista quedan plegados a una lógica cuyo sentido tiene el halo de lo instintivo. Si Claudia del Río realza el carácter de la intuición en sus procedimientos de realización, Herrera pareciera operar desde el instinto. Ya sea por su tendencia innata a realizar acciones orientadas hacia un fin sin conocer ese fin, como por las connotaciones subyacentes en cada uno de los objetos puestos en escena, a los cuáles se suma una fina selección de poemas de Aldo Oliva.
Ambas lógicas son coherentes entre sí, y esto quizás tenga que ver con la relación entre estos artistas, que en variadas ocasiones han trabajado en conjunto. Hay otro lugar en la obra, que es el del espectador. Un clima de espera y contemplación asocia a ambas instalaciones. Si el espectador quisiera podría descubrir información a simple vista silenciada, y reflexionar sobre estos caprichosos juegos donde los artistas tienden a correr ciertos objetos de la localidad en la que, comúnmente, hallaban su condición de lugar. Con esto y, a modo de ensayo, ellos se aseguran un lugar propio poniendo de manifiesto que ciertos modos de desterritorialización pueden ser, al fin y al cabo, auténticas formas de marcar un territorio.
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El Grupo Escombros en Rosario El colectivo platense Escombros realiza una muestra de toda su trayectoria con más de 200 obras. Precursores en nuestro medio del arte ecológico y de una original forma de arte político, en esta ocasión presentan obras realizadas entre 1988 y 2006, publicaciones inéditas, gigantografías y registro fotográfico de las performances y convocatorias. Escombros es un ejemplo de creatividad y constancia, en el que confluyen la ética, la estética y el compromiso. Hasta el 29 de octubre Centro Cultural Parque de España, Sarmiento y el Río Paraná Rosario, Santa Fe
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