Para muchos es "la hermana de Jorge Luís Borges", para otros una artista que todavía de be ser valorizada. Lo cierto es que Norah Borges es autora de un estilo singular y de eso no caben dudas.
Norah Borges. Mito y Vanguardia presenta alrededor de 50 obras que incluyen xilografías, dibujos en tinta y lápiz, y también algunas témperas y acrílicos. La exposición gira, mayormente, en torno a un núcleo de trabajos centrado en la década del 20.
En la muestra se evidencia toda la influencia que la artista absorbe en sus largos viajes entre el viejo y el nuevo mundo. Una estadía prolongada de la familia Borges en Europa, entre 1914-1921 y 1923-1924, le brinda la posibilidad de tener contacto con las vanguardias que se sucedían en ambas orillas. De hecho, Norah se incorpora al movimiento ultraísta en España y participa activamente. Desde allá o desde acá, su obra fue rodando entre un estilo expresionista y cubista, según el momento.
Como muchas de sus primeras obras fueron quemadas por la misma artista se hace escasa la obra conservada de estos años. Por esta razón, es interesante ver con detenimiento Notas Lejanas (1915) un libro escrito e ilustrado por Norah entre los 11 y 14 años. Si bien el libro está en manos de un coleccionista español, la exposición cuenta con un video que lo muestra página por página.
A lo largo de la exposición puede apreciarse un recorrido por su labor como ilustradora, sus primeros pasos para publicaciones españolas, como en la revista Grecia donde trabaja con cierta continuidad y también de revistas argentinas: Prisma, Martín Fierro, Proa, Criterio, Sur, entre otras. Lo mismo como ilustradora obras literarias, puede verse, entre otros libros, obras de Eduardo Mallea, Pereda Valdéz, Ricardo Molinari, Ulises Petit de Murat, Bioy Casares, Norah Lange y, por supuesto, de su hermano como Fervor de Buenos Aires de 1923.
Hay un recorrido por fotos y cartas familiares; además un video donde vemos a Norah ya muy mayor y con cierta dificultad para hablar recordando su vida artística y personal. Una verdadera joya. NB. Mito y Vanguardia suma la revalorización de su obra y dejar atrás tantas voces encontradas. "Norah padeció la desdicha, que bien puede ser una felicidad, de no haber sido nunca contemporánea. En la década del veinte -recién llegada a Buenos Aires-, los críticos la condenaron por audaz; ahora abstractos o concretos la condenan por representativa", dijo alguna vez su hermano. Hasta el 15 de octubre, en la Casa de la Cultura, Fondo Nacional de las Artes, Rufino de Elizalde 2831
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