El mercado del arte afectado por la escasa oferta de obras de alto valor comienza a transitar nuevas posibilidades. El grabado, la fotografí­a y los jóvenes artistas son algunos rumbos en los que los operadores deberán profundizar.

Grabados, fotografí­as, jóvenes artistas son algunos rumbos en los que los operadores deberán profundizar.
Tal como señalábamos en nuestra entrega anterior, la pausa invernal, más que injustificada en el ámbito de las subastas de arte, implica una malsana interrupción en el ritmo de concreción de operaciones y una posterior congestión de convocatorias que puede llegar a provocar una situación de sobreoferta. Este riesgo, que afecta principalmente a los remitentes de las obras que componen la oferta, se vislumbró a lo largo de las subastas realizadas en agosto, si bien no en la medida en que habí­a afectado al mercado en la temporada anterior.
Diez fueron los remates de primera lí­nea convocados a lo largo de este mes y en ellos, el mercado insinuó algo que prevemos ineludible: el buscar nuevos rumbos en orden a las obras que propondrán a sus clientes. Ante la obvia escasez de pinturas de alto valor, en general hoy retenidas por sus poseedores, se impone a los operadores el abrir direcciones alternativas, como pueden ser el grabado, la fotografí­a, o los nuevos nombres del arte contemporáneo.

Una noche de grabados

Entre los aspectos destacables del perí­odo puede mencionarse la "segunda noche" organizada por Indigo, a partir de un catálogo compuesto exclusivamente por obras sobre papel, y en buena parte por obra gráfica. La propuesta fue muy bien aceptada por un mercado que hasta ahora se habí­a manifestado en forma muy limitada a favor de este tipo de obras. Sólo un reducido grupo de coleccionistas pujaba hasta el momento por estos trabajos, consolidando así­ la imagen de una plaza estrecha y poco atractiva para los operadores. Con trabajos de los nombres más grandes entre los grabadores de distintas épocas, de Facio Hebecquer a Aí­da Carballo, de Abraham Vigo a Alicia Scavino, pasando por Rebuffo, Audivert, Delhez, y los más cercanos como Berni, Quinquela Martí­n, Seoane, Spilimbergo, Aizenberg, Alicia Penalba y Carlos Alonso, entre otros, la subasta de Indigo marca un camino que, con toda seguridad, encontrará muy pronto a otras empresas también dispuestas a transitarlo.

La puja del mes

La activa tarima de Arroyo, que en agosto concretó dos convocatorias fue el escenario donde un espléndido tema de "Caballos serranos", que Luis Tessandori realizó hacia 1926 en la localidad cordobesa de San Javier, concitó la más vibrante puja del mes. A partir de una base de $ 13.500, cifra más que tentadora teniendo en cuenta que existí­an registros de hasta 16.500 dólares para obras de este artista y de este tipo y época, se fue gestando una decidida lucha por su posesión en la que participaron no menos de tres personas en la sala más otras dos que se manifestaban a través de teléfonos. A la hora de la decisión, el martillo de Manuel Ramón decretó un valor final de 90.000 pesos y adjudicó la obra de Tessandori a uno de los participantes presentes en la sala. Este valor, con los adicionales de comisión e impuestos alcanza a un total equivalente a 32.545 dólares, es decir, que duplica el plus valor de este artista que por mucho tiempo fue postergado por el mercado.

Los amigos del Sí­vori

La séptima edición de este ya tradicional remate anual fue planteado siguiendo sus habituales lineamientos, es decir, a través del concurso de una cuidada selección de artistas contemporáneos que donan a la institución convocante el 50% del resultado de sus ventas. Para muchos de estos artistas la subasta del Sí­vori suele constituirse en el primer contacto con el mercado secundario, y ya son muchos los que a partir de este debut en las tarimas han ido consolidando una presencia creciente en este tan particular espacio del mercado. Complementaron el catálogo algunas obras de grandes maestros, generalmente donadas por coleccionistas de generoso perfil.
Bajo el martillo de Enrique Scheinsohn pasaron en esta oportunidad 120 lotes de la más amplia gama de técnicas y estilos, correspondiendo los valores más significativos a las obras incluidas en la planilla adjunta, que encabeza la pintura de Pablo Siquier que logró $ 19.800. Buena perfomance dieron asimismo, y entre otras, las obras de Gregorio Cerrolaza ($ 4.400), Sonia Decker ($ 3.300), Grupo Escombros ($ 7.150), Liliana Golubinsky ($ 7.150), Fernando Goin ($ 4.950), Jesús Marcos ($ 2.750), Zulema Maza ($ 4.510), Juan José Mosca ($ 1.650), Lucrecia Orloff ($ 1.320), Taty Rybak ($ 1.980), Mirta Satz ($ 2.750), Marcia Schwartz ($ 3.850), Inés Vega ($ 2.750) y Alejandro Viladrich ($ 3.300).

VALORES MAS ALTOS EN LAS SUBASTAS DE AGOSTO DE 2006

1) ARROYO (1º y 29 de agosto)
FADER, Fernando Bajo la ramada (óleo, 62x86 cm)$ 145.730
BERNI, Antonio El niño del balero (óleo, 83x63 cm)$ 112.100
QUIROS, Cesáreo B.de Sirenas del Paraná (óleo, 105x86 cm) $ 106.740
SAKAI, Kasuya Pintura nº 65 (óleo,172x132 cm)$ 106.495
TESSANDORI, Luis Caballos serranos (óleo, 90x126 cm) $ 100.890

2) INDIGO - grabados (14 de agosto)
CARBALLO, Aí­da La lombriz es... (grabado, 40x26 cm) $ 3.925
FACIO HEBECQUER, G. La mala vida, tango (grabado, 39x40 cm) $ 2.800
ALONSO, Carlos Erótico (grabado, 50x40 cm) $ 2.800
AUDIVERT, Pompeyo Reyes (grabado, 34x26 cm)$ 2.465
VIGO, Abraham Pan (grabado, 29x30 cm)$ 2.240

3) ROLDAN (15 de agosto)
QUIROS, Cesáreo B.de Guitarra y calas (óleo, 73x95 cm)$ 112.100
DE LA CARCOVA, E. Doña Remilgos (óleo, 60x50 cm)$ 67.260
TIGLIO, Marcos Catedral San Isidro (óleo, 56x46 cm) $ 28.025
VICTORICA, Miguel C. Parque Lezama (óleo, 28x33 cm)$ 24.100
TIGLIO, Marcos Naturaleza muerta (óleo, 33x50 cm)$ 23.315

4) AMIGOS MUSEO SIVORI (31 de agosto)
SIQUIER, Pablo 0607 (acrí­lico, 90x90 cm) $ 19.800
SEGUI, Antonio Fractura (óleo, 38x46 cm) $ 17.600
SILVA, CarlosCanaima (óleo, 180x65 cm)$ 16.500
NOE, Luis Felipe Introducción serie 6 (téc.m.,49x64 cm)$ 14.530
MACCIO, Rómulo Sin tí­tulo (óleo, 36x33 cm) $ 14.300