La nueva exposición de Diana Chorne en el Centro Cultural Borges. nuevamente sorprende. Sorprende por su producción, por su frescura y por su variedad. Diana es una artista que vuelca toda su alegrí­a de vivir en su obra y eso se nota. Lo hace meticulosamente y con amor.
La inmensa variedad de recursos técnicos y soportes que utiliza, habla de una creadora que investiga, construye y reconstruye, pero con una idea clara y profunda. Formada con maestros de la pintura argentina, Demetrio Urruchúa y Juan Batle Planas, el color está muy presente en cada uno de estos mundos que crea y recrea. Los recordados totems, de su anterior muestra en el centro Cultural Recoleta, están ahora presentes en sus tapices realizados con telas japonesas pintadas a mano. Sus barcos maravillosos que navegan océanos de su imaginación fecunda y vital nunca son los mismos, aunque pertenecen a la misma flota, llevan siempre un mensaje. La forma circular aparece insistentemente en esta muestra, tanto en tapices como en vidrios. Una forma que habla de unidad y de un centro. Sus casas tienen ruedas para salir a rodar y escaparse de los lí­mites. Y, sus juguetes simplemente encantan, porque están soñados para jugar.
Diana Chorne conoce es significado de jugar y lo hace. Simplemente y con libertad.

Centro Cultural Borges Viamonte y San Martí­n
Hasta el 8 de octubre