De santos y de locos, todos tenemos un poco" reza un dicho popular, y así­ es como "dios los crí­a y ellos se juntan". Tanto refranero popular sirve para dar cuenta de un singular homenaje. El que se realizará en la apertura del Salón Victoria de Mendoza, un certamen que en su quinta edición se lanza como nacional. Por eso tal vez este encuentro era inevitable, porque se reconocen en un mismo fuego los que en medio de las peores crisis deciden apostar al arte.
Así­ como a Coco Costa Peuser, fundador de esta publicación, se le ocurre en medio de los años duros de la dictadura, aparecer en 1980 con una revista de arte; Gabriela Talí­o y Viviana Bianchi lanzan en el desesperanzado 2002 el Salón Victoria. Veinte años separan estas historias paralelas. Épicas contemporáneas.
Estas emprendedoras sanrafaelinas, trasladaron sus inquietudes hacia las cercaní­as del área metropolitana, se instalaron con Cultural Victoria y expandieron su Salón, cuya inauguración ocurrirá en el Museo Fader. Al conocer la historia de Coco Costa Peuser y la gesta familiar de Arte al Dí­a, inmediatamente decidieron que el homenajeado de este año fuera para él. Nada mejor, ya que la invitada de honor será Marcela Costa Peuser. Todo un homenaje a la difusión del arte, sin la cual pobres serí­an nuestras posibilidades. Somos hijos de la Galaxia Gutemberg que nos acercó el mundo y su conocimiento a través del papel. La nueva revolución de las comunicaciones, acelera y multiplica infinitamente ese proceso con una gran posibilidad de democratización. Caminos que Arte al Dí­a lleva recorridos: el primero a través de Coco, y sus hijos que le fueron agregando logros: Diego, que internacionalizó un sueño y Marcela que lo introdujo en la era digital.
Este esfuerzo independiente que significa generar un salón nacional desde una localidad provincial es un aporte muy importante al circuito de la circulación de la producción artí­stica. Tanto como lo es la edición de publicaciones sobre arte. Por eso sus miradas se han encontrado, en la solidaridad de los que comparten una misma energí­a, un mismo arrojo.