Desde principio de los años 80 la figura del curador ha tomado un notable protagonismo en las muestras de arte. Esto ocurrió cuando Bonito Oliva apareció en escena con su manifiesto de la Transvanguardia y la promoción y difusión de los artistas italianos. Desde entonces, el arte se fue convirtiendo en una industria cultural con los mecanismos cada vez más complejos del evento como un gran espectáculo. La enorme cantidad de ferias y la paulatina "bienalización" del arte, con megamuestras internacionales cada vez más grandes y con mayor cantidad de artistas, hizo que la figura de un productor general fuera necesaria. No solamente el curador sino todo un equipo de montajistas, publicistas, fotógrafos, agentes de presa, y la ayuda de las embajadas y galerías de arte de cada país.
Históricamente, la Bienal de San Pablo como la veneciana y las que surgieron posteriormente, contaron con un curador encargado de armar el guión de la muestra y la selección internacional de la presencia extranjera.
Hace dos años, el alemán Alfons Hug fue el responsable de focalizar las tendencias del arte actual bajo el lema general de "territorio libre". En su texto curatorial, el teórico manifestaba su opinión acerca del contrabando de imágenes en el mundo globalizado. En esa oportunidad, entre los envíos de nuestro país, la Cancillería Argentina nombró a Marcelo Pacheco como curador del envío nacional. Pacheco seleccionó al artista Pablo Siquier para representar al país, considerando que el sincretismo estilístico en su obra manifiesta ciertas condiciones del arte argentino, como su carácter aluvional, por tratarse de un país donde la inmigración fue creando un mestizaje cultural con un tono local propio.
Este año, la Fundación Bienal de San Pablo consideró que en la próxima edición, que se llevará a cabo entre el 7 de octubre y el 17 de diciembre de 2006, no habrá envíos nacionales. Tal vez por los mismos efectos de la globalización que fueron tenidos en cuenta hace dos años, consideraron que la noción de nacionalidad, color local o territorio no se adapta al modo de circulación de las imágenes en la gran aldea global del mundo de hoy. Por ello, en Brasil se conformó un equipo curatorial, en el que la dirección general esta a cargo de Lisette Lagnado, apuntalada por un grupo de co-curadores entre los que figura Adriano Pedrosa, quien fue fundamental en el momento de seleccionar a los artistas argentinos, debido a sus visitas a nuestro país. Entre todos se pensó en la consigna "Cómo vivir juntos" como tema de esta bienal.
Curiosamente, sin curador argentino, este año la presencia de nuestro país es más notoria que otros años dado que la Argentina estará presente no solamente con artistas sino también con la imagen institucional del evento, a cargo de Jorge Macchi (tal lo adelantado en la edición anterior de Arte al Día).
Sin duda, este año la bienal ha priorizando proyectos ligados a una temática social. La selección argentina está conformada por el Proyecto Editorial Eloísa Cartonera, el taller La Estampa, León Ferrari y Tomás Saraceno. En el primer caso, Javier Barilaro, mentor de Eloísa, junto a Washington Cucurto y Fernanda Laguna, tiene en mente instalarse un mes antes en San Pablo para intentar recrear el proyecto porteño en la ciudad de San Pablo. Un nuevo modelo para un formato curatorial renovado.
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