Frida y Diego, un binomio que llama la atención, que genera reacción y admiración. El Borges abre sus puertas a México y a sus legendarios artistas Frida Kahlo y Diego Rivera. Una colección de dibujos originales de la artista mejicana que denotan su imaginario personal, la forma que tení­a Frida, una mujer que se sobrepuso al dolor a través de su arte, de ver y encarar la vida: su pasión por la medicina, el reflejo de su enfermedad, de su accidente, de su amor por Diego Rivera, su amante, marido y mentor.
¿Lo jugoso de la muestra? El boceto de "Raí­ces", el cuadro de Frida que batió el récord de precio en arte latinoamericano (5,6 millones de dólares), un retrato de ella; y "Pesadilla de Guerra, Sueño de Paz" el bosquejo original del mural de dimensiones monumentales (4 metros de largo) que le fuera encargado a Diego Rivera para el Palacio de Bellas Artes de México, una obra que esconde a la misma Frida entre sus lí­neas. Es una obra de valor documental ya que el original se encuentra perdido, según los curadores de la muestra, Américo Sánchez Hernández y Nadia Ugalde Gómez, en un museo de Rusia. Este boceto del mural, como muchas de las obras y fotos que se exponen, fueron traí­das por Juan Coronel Rivera, nieto del artista y de Guadalupe "Lupe"Marí­n.
Hay una excelente selección de fotos y retratos de la bella Frida y Diego. Casi todas las fotos son en blanco y negro, salvo un par en color. Se puede percibir a una mujer que era en sí­ una obra de arte. Una mujer de rasgos fuertes y mirada cálida y penetrante a la vez. Y un vestuario que la distinguí­a hasta en los cí­rculos más exclusivos de la sociedad neoyorquina.
Esta muestra es el testimonio de la pasión que ambos artistas sintieron por su profesión. Tanto Rivera como Kahlo saborearon el éxito en vida, a pesar de los avatares que sufrieron: accidentes y mal de amores. Entre dibujos, fotos y óleos los espectadores podrán introducirse en este mundo especial que crearon Frida y Rivera, comprenderlos y con el tiempo tal vez codiciar alguno de estos dibujos que pertenecieron a dos grandes.

Hasta el 27 de agosto en el CC Borges, Viamonte esq. San Martí­n.