Desplazamientos en el campo
Actualmente el campo artístico tucumano se presenta inestable. Tomando como parámetros algunos espacios estratégicos, podemos diferenciar a los del centro de los de la periferia. En ambos se daba visibilidad a dos líneas contrapuestas, en tanto modos de pensar el arte. Lo particular de este momento es que las líneas comenzaron a entrelazarse.
Mientras el Rouges U.N.T. inicia su temporada con una Muestra Homenaje a Artemio Alisio, el Museo Navarro presenta la amplia exposición de Quino a la que le suma una individual del joven artista tucumano Leonel Marchesi, "Objetos in memoriam. Pinturas". En el centro cultural Virla de la U.N.T. confluyen varias tendencias: "Pinturas del EPAM Tucumán-Santiago", "Gráfica contemporánea nacional e internacional" y la instalación "Textos de artistas", presentada simultáneamente en La Baulera, de un grupo de producción e investigación referente del arte contemporáneo.
Por su parte, los centros alternativos de las zonas del San Juan y El Abasto, con profundo ahínco, dan visibilidad a propuestas colectivas interdisciplinarias de jóvenes. Ellas son complementadas con actividades musicales y teatrales.
El campo se presenta así, diverso e inestable. La coexistencia, en los distintos centros, de los modos de abordar y dar visibilidad a la producción artística parece ser el distintivo. Estos desfasajes, ecos de los que se dan en otros ámbitos, provocan que artistas, curadores, gestores y críticos se reacomoden. Lo institucionalizado se desdibuja. Comienza una nueva etapa en la que se concilia lo plural. La diferencia, indicio de nuevas vertientes, nos hace ver desde el centro a la periferia y viceversa. Esto da pautas de una nueva reescritura de nuestro campo artístico.
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