Alejandro Argüelles exhibe en la Galerí­a El Puente sus últimos trabajos, en los cuales alcanza la máxima expresión desde una economí­a de medios. Quizás sea un lugar común escribir acerca del sentimiento paralizante que los artistas sienten frente al blanco de la tela, pero en este caso Argüelles no dudó en acoplarse a esta angustia para vencerla. Así­ surgieron extraños paisajes titulados "Delta", donde el blanco es el principal protagonista. La naturaleza salvaje se convierte en un paisaje minimalista en la que una delgada lí­nea gris compone plásticamente el horizonte. En otras obras se aleja de esta silenciosa sí­ntesis y se sumerge desde una perspectiva, a vuelo de pájaro, en la sonoridad de la gran ciudad. Vistas de "Balvanera", "Zárate", "Retiro", sus "Puentes" y "Cúpulas" son abordadas a través de técnicas mixtas sobre maule. El acento puesto sobre lo urbano se corresponde en la realización de la obra con la aplicación de una especie de betún negro similar al asfalto, que le permite conseguir las gradaciones justas logradas desde la no aplicación del color. La luz y la sombra se alternan en su recorrido, concentrándose en diferentes lugares, creando una nueva visión de Buenos Aires. Ante tanto silencio del paisaje y de resonancia en la ciudad surge la pregunta acerca de la falta de presencia humana. Alejandro Argüelles parece trabajar con una dualidad simbólica. Los paisajes del delta no tienen agua y las ciudades no tienen gente. Simplemente, abandona al contemplador hacia el encuentro de sus propias intuiciones.

Hasta el 30 de junio en El Puente Galerí­a de Arte, Arenales 834.