News Argentina

miércoles 16 de julio, 2008
PALABRA DE ESPECIALISTA
La visita de Anne Litle Poulet, directora de The Frick Collection de Nueva Cork
por Carmen María Ramos
PALABRA DE ESPECIALISTA

A lo largo de dos intensas jornadas que la tuvieron como protagonista a mediados de marzo, Anne Litle Poulet, directora de The Frick Collection de Nueva York, transmitió con gran generosidad su conocimiento y experiencia sobre la gestión de uno de los museos de arte más importantes del mundo, sobre los criterios para formar una gran colección, o incorporar nuevas adquisiciones a una ya establecida, y sobre los secretos que distinguen a un verdadero conocedor.
Fue durante el seminario "Arte, curadurí­a y patrimonio en los museos", organizado por la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, con el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos y ante un auditorio colmado por 300 entusiastas asistentes que siguieron atentamente las exposiciones de Poulet, responsable de un presupuesto anual de 18 millones de dólares, un tercio de los cuales se obtienen por el pago de entradas y ventas en el museum shop, y el resto por donaciones privadas. Durante su gestión al frente de la Colección Frick, Poulet ha enriquecido el legado artí­stico del fundador con nuevas adquisiciones, equilibrado el presupuesto y logrado ambiciosas metas en interacción con los patrocinadores.
"Las grandes obras maestras del arte pertenecen a todos", dice. "Por eso es importante el intercambio entre museos, prestar las colecciones y compartir, para que los distintos públicos tengan acceso. Las instituciones deben compartir y trabajar de manera conjunta", aseguró.
The Frick Collection reúne, en una espléndida mansión de la Quinta Avenida de Nueva York construida en 1914, lo más representativo de la pintura europea desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, así­ como muebles franceses, bronces italianos y magní­ficas piezas de Limoges. El industrial y filántropo Henry Clay Frick dejó ciertos encargos antes de morir acerca de cómo manejar su colección; entre otros, que ésta no puede salir del museo. "Afortunadamente no dejó ningún tipo de restricción acerca de futuras adquisiciones, por lo que la colección se ha incrementado a lo largo de los años, y estas adquisiciones sí­ pueden prestarse. La realidad es que si un museo no facilita sus colecciones, tampoco va a recibir piezas en préstamo", dijo Anne Poulet, quien hasta 2003 fue, durante 24 años, directora del Departamento de Artes Decorativas y Escultura del Museo de Bellas Artes de Boston.
En cuanto a las muestras o exhibiciones temporales, consideró que siempre deben reflejar un sentido, tener un contexto y conocer el público al que se dirigen. "Deben ser amenas y atraer al espectador, pero sin olvidar que los museos no son circos", advirtió.
En el caso de las casas-museo, como lo es la Colección Frick o el Palacio Errázuriz -destacado por la visitante- es importante conservar la personalidad, el gusto y el espí­ritu de los dueños. "Las cosas deben estar armónicamente expuestas y reflejar la personalidad de los coleccionistas, ya que ésto es lo que las hace interesantes y especiales". Pero también reconoció que los donantes tienen que tener en cuenta que los gustos y las tendencias pueden cambiar con el transcurso del tiempo, por lo tanto deben ser muy cuidadosos al formular las condiciones del legado.

Paso a paso

¿Cómo incorporar nuevas piezas a una colección, asegurarse de que sean de una óptima calidad y minimizar errores? Según Anne Poulet, en primer lugar hay que respetar cada pieza de arte, dejando de lado nuestros gustos o preferencias personales. También hay que estudiar si el objeto y su diseño fueron realizados para cumplir cierta función, y si sirven o no a tal fin. Del mismo modo, el material y la decoración tienen que ser acordes con la función del objeto, y corresponder al perí­odo que se le atribuye a la pieza. "Si hay una correcta firma y marca, podremos detectar la autenticidad de la pieza. Generalmente la calidad de las imitaciones es notablemente inferior".
Poulet recomienda no comprar nunca por medio de fotografí­as sino ver y examinar el objeto en forma personal. "La pieza a incorporar debe ser de la mejor calidad, algo realmente muy bueno", se entusiasmó.

 

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