Cuatro subastas marcaron, en el mes de marzo, el comienzo de la actual temporada de subastas de arte. Buenos resultados, acordes con las características de las obras en oferta, pusieron un toque de optimismo en la plaza.
El mercado del arte, a través de su segmento público -es decir, del integrado por las casas que operan en el ámbito de las subastas- comenzó en el mes de marzo a concretar sus primeras convocatorias de la temporada.
Culminado el receso estival, que año a año se presenta más breve, correspondió a las empresas el iniciar las rutinas de reunión y selección de obras con las que nutrir sus catálogos. Ya señalamos en notas anteriores que es en este campo, en el de la oferta, donde radican las actuales debilidades del mercado. Ante una demanda que, pese a su reducida dimensión, actúa con pertinaz firmeza, las tarimas porteñas no alcanzan a poner obras de calidad suficiente como para conformar a los adquirentes que siguen dando el presente, a la vez que atraer a sectores más amplios de un público al que se le presupone un interés por el arte y paralelos recursos suficientes como para actuar, mano alzada, en consonancia. Esta falencia, que leída desde una mirada positiva no sería más que la vocación de todo poseedor de obras de arte por retenerlas en su poder, sólo puede ser paliada por las empresas del ramo a través de la promoción de nuevos rubros. Es el turno, así lo entendemos, del arte contemporáneo, aún con muy poca llegada a los martillos locales. También esperan una oportunidad la obra gráfica y la fotografía, cuya presencia en las subastas internacionales es tan creciente como los precios que logra. La nueva temporada
Correspondió a Indigo el dispersar el primer conjunto de obras de este año. Bien pronto en el calendario, cuando marzo apenas contaba con dos días en su haber, la casa de la calle Esmeralda alineó 103 lotes que hizo correr ante el ágil martillo de Maximiliano Ares. La venta de un 60% de las obras en oferta dio un claro indicio de una demanda selectiva, que pujó con razonabilidad aquellos lotes en los que advertía características de interés. Los valores principales de esta venta, al igual que los alcanzados en las otras subastas del período, se consignan en la planilla adjunta.
VerBo, por su parte, y ya cuando el mes promediaba, convocó a su subasta de apertura para la que reunió un nutrido paquete de 153 obras. El sorpresivo feriado del 24 de marzo restó algo de público a su sala, pero la actitud compradora de algunos presentes, así como la de otros adquirentes que se manifiestan a través de encargues, permitió a la casa de la calle Arenales sostener sus buenos promedios de realización.
Sobre finales del mes tocó a Indigo el reiterar su propuesta, en esta ocasión con 110 lotes de los que logró la venta, en la jornada de martillo, de 66 de ellos.
Cerró marzo Arroyo, con la convocatoria a una subasta integrada por 112 lotes de pintura y 16 esculturas. Un nutrido conjunto de obras de autores contemporáneos procedía de la colección que fuera del recordado crítico Fermín Fevre, lamentablemente desaparecido el pasado año. Esta casa, que junto con el Banco Ciudad son las únicas que informan de los resultados de sus subastas, comunicó la venta de 127 lotes, logrando así un inédito 99,2% de efectividad.
El valor mayor de esta subasta fue para una vista de un canal de Burano, en Venecia, que en 1905 realizó Cesáreo B. de Quirós. Los $125.000 pagados por el comprador de esta obra aparecen algo alejados de los precios máximos de este artista, pero resultan altamente satisfactorios teniendo en cuenta que la temática de esta pintura no se cuenta entre las más codiciadas de Quirós. Entre los artistas contemporáneos que vieron pasar exitosamente sus obras por la tarima de Manuel Ramón se cuentan, entre otros, Carmelo Arden Quin, Oscar Capristo, Blas Castagna, Víctor Chab, Catalina Chervin, Jorde Diciervo, Juan Doffo, Ana Eckell, Fermín Eguía, Gyula Kosice, Juan Lecuona, Adolfo Nigro, Miguel Ocampo y el recientemente fallecido Santiago García Sáenz. El valor mayor de esta subasta fue para una vista de un canal de Burano, en Venecia, que en 1905 realizó Cesáreo B. de Quirós.
VALORES MÁS ALTOS EN LAS SUBASTAS DE MARZO DE 2006 1) INDIGO (2 de marzo)
PEREZ CELIS Transfigurations (oleo, 132x160 cm) $ 25.780
BUTLER, Fray G. Rincón del río (óleo, 46x36 cm) $ 10.650
SUPISICHE, Ricardo El horno (óleo, 74x110 cm) $8.070
AUDIVERT, Pompeyo Soledad (téc.mixta, 100x70 cm) $6.165 TORRES AGíERO, L. Figura (óleo, 70x50 cm) $5.720
2) VERBO (23 de marzo)
NOE, Luis FelipeSin título (óleo, 76x55 cm) $ 12.890
GRELA, Juan Biombo de tres paneles (140x130 cm)$ 11.210
FARA, TeresioEl cardón (óleo, 30x40 cm) $4.480
CHALE, Gertrudis Dos figuras (óleo, 32x43 cm) $3.925 COGORNO, SantiagoFigura (Téc.mixta, 70x50 cm) $3.810
3) INDIGO (26 de marzo)
SOLDI, Raúl Descanso de ensayo (óleo, 69x59 cm)$8.630
FORTE, Vicente El pájaro blanco (óleo, 70x50 cm) $8.295
ALONSO, Carlos La lámpara (óleo, 69x38 cm) $7.620
DELMONTE, AlbertoMenhir de la creación (í¶leo, 45x35 cm) $6.725 ALVARO, Jorge Mi unicornio (téc.mixta, 43x58 cm) $4.710
4) ARROYO (28 de marzo)
QUIROS, Cesáreo B.de Rincón de Venecia (óleo, 67x92 cm) $ 125.550
FORNER, Raquel Fauna (óleo, 70x100 cm)$ 65.020
SOLDI, Raúl Baile de Transilvania (óleo, 60x50 cm)$ 51.570
BADII, Líbero La vida (esc.bronce, 56 cm de altura) $ 38.110 LACAMERA, Fortunato Lanchones (óleo, 35x43 cm) $ 36.990
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